TERRACYCLE NEWS

ELIMINATING THE IDEA OF WASTE®

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Concurso para reciclar

En el marco de la alianza que TangTerraCycle crearon para reutilizar los sobres de Tang para hacer nuevos productos ecológicos y reciclados, anunciaron el Concurso Eco Caja, que busca incentivar a los participantes en la recolección de desechos que habitualmente no se reciclan, para cuidar el medio ambiente de una manera entretenida y divertida. La Eco Caja debe estar hecha con sobres de Tang y otros materiales reutilizados, y debe enviarse una foto por email con un párrafo descriptivo. El concurso se lanzó el 17 de octubre y estará vigente hasta el 17 de noviembre. Transcurrido este lapso de tiempo, Tang y TerraCycle elegirán a 5 finalistas y los participantes votarán entre esos 5, a través de la página web, los tres primeros puestos, que ganarán increíbles premios TerraCycle. “Estamos muy entusiasmados con el concurso y creemos que es una manera divertida de concen-trarnos en la reutilización de nuestros materiales que de otra forma terminarían en la basura”, afirmóFederico Andino, brand Manager de Tang en Argentina. Para conocer más sobre las Brigadas Tang y cómo hacer para ganar dinero con tu recolección, podés ingresar en www.clubtang.com.ar o en www.terracycle.com.ar. Información sobre el concurso Eco Caja: www.terracycle.com.ar/concurso-eco-caja

Biodegradable versus reciclable: ¿Cuál solución de empaque es mejor?

Todos sabemos que los residuos de los envases son un gran problema. Pero ¿cuál es la solución más viable? Hoy en día existen fundamentalmente tres opciones para las compañías fabricantes de bienes de consumo: Los empaques no reciclables, los reciclables y los biodegradables (los envases reutilizables, tales como las jarras vidrio para leche, son una cuarta opción que está desapareciendo rápidamente). Esta pregunta es muy importante para nosotros que, como sociedad, tratamos de hallar un equilibrio entre consumismo, capitalismo y ecologismo. Por favor, siga leyendo y únase a la discusión. Mi esperanza es que las mentes brillantes de los lectores de El Empaque participen en este debate crucial. Aquellos productos que no son reciclables tienen opciones muy limitadas distintas a terminar en un vertedero o una incineradora. En TerraCycle, a través de nuestros programas nacionales de recolección voluntaria denominados Brigadas, estamos liderando la provisión de soluciones de suprareciclado a partir de flujos de residuos no reciclables. Sin embargo, estos programas (cerca de 90.000 sitios de activa recolección en todo el mundo) no son más que una gota en el océano cuando se comparan con los miles de millones de envases usados ​​que se desechan cada año. El reciclaje funciona bien para muchos papeles, plásticos y metales. Aunque es una increíble solución, el único problema con el reciclaje es que sólo considera como valioso el polímero que resulta del flujo de residuos (la forma se considera como un residuo). Al final, con alguna inversión de energía (menos de la necesaria para extraer y fabricar materiales vírgenes) las valiosas materias primas del empaque pueden rescatarse y reutilizarse. Por último, miremos los empaques biodegradables, considerado el último paso en el diseño de envases sostenibles. Muchas personas dentro de la industria de productos de consumo están viendo los envases biodegradables como la solución definitiva al problema de los residuos de empaques. Normalmente basados en el ácido poliláctico (PLA), los envases biodegradables son un conjunto de polímeros derivados de materias primas renovables como el almidón (de maíz, papa, tapioca, etc.), celulosa, proteína de soya, ácido láctico, etc., que no presentan riesgos en la producción y se descomponen de nuevo en dióxido de carbono, agua, biomasa, etc., cuando se disponen correctamente. Los retos de esta solución son los siguientes:
  1. El PLA se basa en bioplásticos (como el biodiesel) y, de acuerdo con estimaciones que se han hecho, no existe en el mundo la tierra suficiente para cultivar el maíz necesario (y otros cultivos adecuados) para producir el PLA que se requiere para sustituir el consumo de plástico tradicional.
  2. ¿Qué se hace con el empaque biodegradable una vez que ha terminado con él? Si usted vive en San Francisco (o en un pequeño número de otras grandes ciudades de Estados Unidos), puede poner en la basura verde que se utiliza para compostaje o disponerlo en la pila para hacer el compostaje personal. Pero si usted no vive en una ciudad con un programa de recolección de residuos verdes o si usted no tiene su propia pila de compostaje, verá frustrada su buena intención pues es muy poco lo que se biodegrada en un relleno sanitario tradicional (debido a la falta de flujo de oxígeno).
  3. Los plásticos biodegradables y compostables cuestan hoy mucho más que los plásticos tradicionales (espero que esto pueda cambiar con el tiempo). Esta diferencia de precios disuade a muchas empresas, que aún se centran en la línea tradicional de dar primacía de los resultados financieros.
Así que la pregunta es la siguiente: ¿Cómo debe aprovecharse el PLA? ¿Es esta la solución, y, si es así, para qué es óptimo? Si el PLA no es viable, ¿cuál es la verdadera solución escalable para los residuos de envases en el mercado masivo, y qué debemos pedirle a las grandes empresas que consideren?

¿Su empaque está perdiendo valor de marca?

Los diseñadores de empaques logran hazañas increíbles: satisfacer simultáneamente a quisquillosos líderes de empresas, a consumidores caprichosos, sin olvidar ¡a los locos de mercadeo! Definitivamente merecen un aplauso pues ejecutan un difícil acto de malabarismo. Pero hay algo más que tienen que considerar. Los empaques que diseñan, en su mayor parte, tienen un solo uso. El trabajo del diseñador de empaques es el resultado de innumerables horas en reuniones, diseños, rediseños, construcción de herramientas, duras batallas, entre muchas otras cosas. Es como estar en primera línea en el campo de batalla para garantizar que los productos de su empresa sean vistos y apreciados por el mundo. Equivale a la zancada final de una maratón que comenzó con una idea del producto, seguramente sometido a pruebas entre consumidores, y cuya historia se acaba cuando alguien decide tomar uno de sus productos de la estantería y comprarlo. Pero una vez se desprende la envoltura, se desocupa la botella, su utilidad se acaba; es el fin de la historia. Algunas porciones del empaque se reciclan y muchas otras no. De cualquier manera todo el valor de marca que los diseñadores han puesto en el producto se está desperdiciando. ¿Quieren oírlo de nuevo? Sí, cuando su empaque no cuenta con una solución de fin de vida, típicamente se debe a torpeza o negligencia de su diseñador. Recurrir al supra-reciclaje para convertir su envase en un nuevo producto, y en muchos casos utilizar directamente el empaque en su forma original para fabricar bienes duraderos, retiene este valor de marca por mucho más tiempo que el que implica, simplemente, tener un envase para un solo uso. Diseñar para el reciclaje es una idea noble que debe promoverse pero, con un rango bastante limitado de materiales, conseguir que se recicle en todo el mundo no es siempre posible. O, en el caso de los empaques de alimentos, no es seguro. Por el ahorro de recursos que genera (financieros y ambientales), ha llegado el momento de diseñar para la reutilización, cuando sea posible, y de supra-reciclar cuando no lo sea. En los dos casos el diseñador está beneficiando a la empresa gracias a que extiende la presencia del empaque en la vida de un consumidor, mostrando así que su esfuerzo va más allá de la venta, y que ha cumplido bien su parte de mantener los residuos lejos del relleno sanitario o, mejor aún, prevenir que sean arrojados al suelo como basura. ¿Existe algún inconveniente para que los diseñadores cambien o amplíen su forma de pensar sobre los empaques? Sí, que podría costar más. O que podría demandar mayor tiempo y recursos en su implementación. Por supuesto, a veces somos muy buenos para justificar el por qué no. En esta economía, y de hecho en cualquier momento, yo sugeriría que nos volvamos mucho menos expertos en el campo de la negación y empecemos a encontrar maneras de decir sí. Esto nos serviría para crear soluciones de empaques que consuman menos, ahorren más, sirvan bien a los clientes y vivan más allá de su primer uso. Esto es, en mi opinión, lo único sensato que puede hacerse. ¿Qué piensa? Desde las trincheras del diseño de empaques ¿dónde ve oportunidades de mejoramiento? ¿Dónde están los baches en el camino? ¿Cuáles son las soluciones posibles? ¿Conoce algunos éxitos recientes para imitarlos o aprender de ellos? Salte a la sección de comentarios, debajo. Tom Szaky, CEO TerraCycle

HALLOWEEN: THE SCARIEST DAY OF THE YEAR

Let’s face it, trick-or-treaters don’t want anything but the really sugary, bad-for-you candy, so don’t bother wracking your brain for some kind of healthy alternative.  And don’t trick the poor kids, it’s just mean.  Except for Hershey Kiss wrappers, most candy wrappers are not recyclable through traditional methods.  But there is a solution!  TerraCycle is a recycling and upcycling company that specializes in hard-to-recycle materials, including candy wrappers.  Anyone can sign up for free at http://www.terracycle.net to send in their empties through the Candy Wrapper Brigade, sponsored by Mars.  You’ll earn points to be used for charity gifts or donations and TerraCycle will use the wrappers to make new products, like portable speakers, tote bags and watering cans.  I’d say that is a sweet deal!

Now It's Even Easier to Recycle Your Beauty Products

Ever been confused as to how some of your multimaterial beauty products, such as lipstick and mirrored compacts, should be recycled? Fret no more. With TerraCycle, a company that specializes in recycling harder-to-recycle goods, the guesswork is taken out for you. With its Personal Care and Beauty Brigade program, which runs in conjunction with Garnier, you can feel good knowing that just about any product you're uncertain of will be accepted (except hair spray cans, polish remover, and nail polish bottles). Products are then upcycled to build eco-friendly playgrounds throughout the US. To find out more, just keep reading. Even better, it's free to join the Personal Care and Beauty Brigade. For every approved item received, points are earned, which can then be applied towards charitable causes. And considering one-third of landfill waste is comprised of personal care and beauty products, it's great to know that you — along with your old mascara tubes, lip-liner pencils, and foundation bottles — are making a difference.

Gaming for Good, Gaming for Green

Green games such as LogiCity, The Climate Change Game, CEO2- Climate Business, and Plan It Green are all examples of video gaming for good. These games teach players how to manage the environment and business to effectively take care of the planet and consider how our actions affect the health of the Earth. TerraCycle’s own Trash Tycoon is taking on the recycling problem. If someone recycles in a game, and decides what to make with the trash and recyclables they collect, they can think of this off the screen when they are in their kitchen or in the school cafeteria. With Trash Tycoon, for example, when players buy Kraft Cheese food items in the game, and recycled the plastic cheese packaging in the game, the same behavior is more likely to be emulated in daily life. According to McGonigal’s article, kids who played “ ‘pro-social’ games […] are more likely to help friends, family, and neighbors in real-life for a full week after playing the game. Positive behavior in a game can translate into positive behavior in reality.

Halloween promoted as do-good moment for kids

•More schools are collecting candy wrappers to send to TerraCycle, a recycling company that gives donors money for charitable use. It has received 1.2 million candy wrappers so far this year, more than double its 2010 total. "At first, kids were like, 'It's just trash' … but when they saw how it added up, they caught on," says Daniele Clark, a fifth-grade science teacher at Spicer Elementary in Haltom City, Texas. She says students have collected enough wrappers to raise $842 so far — enough to send eight kids to a three-day science camp.

Recycling options for candy wrappers

After a night of Halloween trick-or-treating, there is a lot of candy-wrapper trash, and the wrappers usually end up in a landfill. TerraCycle is offering a recycling solution: kids and adults can collect Halloween candy wrappers and send them to the company, which makes things like tote bags, speakers and plastic lumber out of the waste. Kids also can send in toothpaste tubes and toothbrushes as part of the Colgate Oral Care Brigade. For every wrapper sent in to TerraCycle, the sender receives points, which can be converted to cash and donated to a kid's school, a local charity or a nonprofit.