Hoy en la mañana descubrí que mi pasta de dientes se había agotado. Así que salí a comprar una. Cuando la empleada de la farmacia me preguntó que si quería una bolsa le dije “no, gracias”. Tengo ideas ecologistas ¿no? De regreso compré un café capuchino que me sirvieron en un vaso de papel encerado con su respectiva tapa de plástico. Todo lo hice caminando, pues también compré la idea de que es mejor para todos dejar de usar el auto. Cuando llegué a casa abrí el empaque de cartón y lo tiré al cesto de basura, por supuesto, la de deshechos inorgánicos, pues aunque el el empleado de la basura la revuelva cuando la recoge, al menos yo pienso que lo correcto es en entregarla separada de los deshechos inorgánicos. Luego tomé el último sorbo a mi capuchino y lo tiré tal cual al mismo cesto de basura donde había depositado el empaque de cartón de la pasta de dientes. El vaso golpeó una orilla del cesto y eso provocó que la tapa se separara provocando que se derramaran algunos residuos del café sobre el cartón y algunos papeles más. En eso momento recordé las palabras de un ecologista que explicaba que las cosas se convertían en basura cuando se desechan y se mezclan, si además una cosa ensuciaba a la otra, entonces, la basura nos parecería asquerosa. En ocasiones uno cree que resolver el tema de la ecología solo requiere de buenos deseos o de acciones simples, pero no es así. El reto es darnos el tiempo resolver un problema que nos está ahogando y esto requiere de un buen e importante esfuerzo. Primero pensé que no debí aventar el vaso así, luego reflexioné que debía haberlo lavarlo antes, al menos enjuagado para que su material pudiera reutilizarse, luego concluí que no debía ser basura, todo eso era material que podría reciclarse, es decir materia prima para terceros. Es probable que aun estemos lejos de que se reaproveche todo lo que ha provocado la cultura de lo desechable, pero si queremos sobrevivir como especie, tenemos que empezar a hacerlo y también a apoyar a las empresas que de una forma u otra buscan resolver al menos un poco este problema. En otras ocasiones ya hemos hablado del papel que hace la empresa americana TerraCycle, en México, la cual en alianza con marcas como TANG y Colgate patrocinan y administran a más de 1300 equipos de personas que recolectan desperdicios y evitan que lleguen al relleno sanitario. Cualquiera puede participar en este proyecto, lo que debe hacer es registrarse de manera gratuita en la página www.terracycle.com.mx, y crear un equipo de recolección junte los deshechos y los envie a Terracycle sin costo alguno. En un comunicado, Terracycle informa:

El programa otorga 25 puntos a las personas por cada pieza que recolecten, puntos que después se podrán canjear por donativos a la organización de su elección. Terracycle da a estos deshechos una nueva vida, transformándolos en productos divertidos y amigables con el medio ambiente. Las marcas se han sumado a esta acción de diferentes maneras. Colgate, marca líder en cuidado bucal, lanzó la campaña con una activación que estuvo presente en 130 Walmarts del. Esta activación recolectaba en los distintos puntos de venta todos aquellos deshechos de productos de higiene bucal, cepillos, tubos de crema dental y sus respectivos empaques, estos fueron enviados a Terracycle para ser reutilizados y reciclados. Así mismo, lanzó una convocatoria a través de su página www.bocasanaplanetasana.com en la que invitaba a sus consumidores a compartir frases sobre cómo cuidan el medio ambiente, el autor de la frase más votada ganó un viaje ecoturístico. A su vez Tang, marca de bebidas en polvo, ha logrado el record de recolección de 1 millón de sobres en todo el país, evitando que estos vayan a dar al relleno sanitario contaminando cada día más el medio ambiente. La marca de bebidas en polvo, estará durante el mes de septiembre en 250 centros de distribución Walmart y Bodega Aurrera, las tiendas participantes pueden consultarse en www.tang.com.mx.

Los ejecutivos de Terracycle esperan que cada día sea más el número de personas que se sume al proyecto para que poco a poco se limpie el país, algo que nos urge realmente.