TerraCycle nace con la idea de “desviar millones de kilogramos de desechos de vertederos e incineradores cada mes”. Desde cápsulas de café y lapiceras de las escuelas, hasta guantes de plástico utilizados en fábricas y… colillas de cigarrillo.
Ya se han sumado 3,108 localidades que aportan residuos de este tipo a la compañía, con más de 00 millones de colillas recicladas.
“Los cigarrillos contienen toxinas que, cuando se tiñen, se filtran en el entorno”, explica Zakes. “Sólo se necesita una colilla para contaminar un litro de agua. Los animales también pueden confundir las colillas contaminadas con los alimentos”.
Algo que parecería imposible de reciclar se está convirtiendo en compost y en materiales plásticos de uso industrial gracias a una compañía que se propuso encontrarle la vuelta a lo ‘no recicable’.
En este panorama, TerraCycle ha lanzado un programa mediante la cual recibe colillas de cigarrillo, esteriliza y tritura los filtros para luego mezclarlos con otros materiales reciclados y convertirlos en productos plásticos como pellets. Además, se composta el resto del tabaco, que sirve como fertilizante.
Dado que cada vez son más los consumidores preocupados por el medio ambiente, la marca de goma de mascar Trident lanzó unos contenedores especiales para reciclar los chicles, cuyo objetivo será transformar este producto en otros artículos, tales como cestos de basura.
En México, siete de cada diez gomas de mascar que se consumen son de la marca Trident —que pertenece a Mondelez— , que fácilmente se puede transformar en otras cosas.
De acuerdo con información disponible en internet, TerraCycle, Trident y el Centro Histórico se asociaron para crear el programa de reciclaje gratuito, que se puede identificar en redes sociales con el hashtag #TiraElChicleAlBote.
Con ello esperan lograr que los fanáticos de esta golosina participen activamente y lo depositen en los contenedores especiales.
Una vez recolectadas, las gomas de mascar se limpian y convierten en nuevos polímeros que serán utilizados para crear productos reciclados”, expone el sitio de TerraCycle.
Según información de Trident, el país es el segundo mercado donde más chicle se vende a escala mundial, sólo después de Estados Unidos, ya que se consumen de 200 a 210 gramos de goma de mascar por persona cada año.
Mondelez también tiene otras marcas en su portafolio, tales como Bubbaloo y Clorets: inclusive, la planta de gomas de mascar más grande del planeta opera en la República Mexicana y 7.5 de cada diez chicles consumidos son elaborados allí.
Actualmente 50% de la producción de esta fábrica se queda en el país y el resto se va a otros mercados.
Los contenedores de goma de mascar para reciclar que se pusieron a disposición de los consumidores se pueden encontrar en varios puntos del Centro Histórico de la Ciudad de México, lugar relevante si se considera que hace cinco años la calle de Madero fue noticia porque los chicles pegados en el piso eran muy difíciles de quitar, al grado que el gobierno de la ciudad tuvo que comprar diez máquinas especiales para poder retirarlos.
La empresa Trident coloca contenedores especiales en el Centro Histórico de la CDMX para poder recolectarlos con mayor facilidad
Ciudad de México.- Dado que cada vez son más los consumidores preocupados por el medio ambiente, la marca de goma de mascar Trident lanzó unos contenedores especiales para reciclar los chicles, cuyo objetivo será transformar este producto en otros artículos, tales como cestos de basura, según información de Excélsior.
En México, siete de cada diez gomas de mascar que se consumen son de la marca Trident —que pertenece a Mondelēz— , que fácilmente se puede transformar en otras cosas.
De acuerdo con información disponible en internet, TerraCycle, Trident y el Centro Histórico se asociaron para crear el programa de reciclaje gratuito, que se puede identificar en redes sociales con el hashtag #TiraElChicleAlBote.
Con ello esperan lograr que los fanáticos de esta golosina participen activamente y lo depositen en los contenedores especiales.
Una vez recolectadas, las gomas de mascar se limpian y convierten en nuevos polímeros que serán utilizados para crear productos reciclados”, expone el sitio de TerraCycle.
Según información de Trident, el país es el segundo mercado donde más chicle se vende a escala mundial, sólo después de Estados Unidos, ya que se consumen de 200 a 210 gramos de goma de mascar por persona cada año.
Mondelēz también tiene otras marcas en su portafolio, tales como Bubbaloo y Clorets: inclusive, la planta de gomas de mascar más grande del planeta opera en la República Mexicana y 7.5 de cada diez chicles consumidos son elaborados allí.
Actualmente 50% de la producción de esta fábrica se queda en el país y el resto se va a otros mercados.
Los contenedores de goma de mascar para reciclar que se pusieron a disposición de los consumidores se pueden encontrar en varios puntos del Centro Histórico de la Ciudad de México, lugar relevante si se considera que hace cinco años la calle de Madero fue noticia porque los chicles pegados en el piso eran muy difíciles de quitar, al grado que el gobierno de la ciudad tuvo que comprar diez máquinas especiales para poder retirarlos.
La marca de goma de mascar Trident lanzó unos contenedores especiales para reciclar los chicles, cuyo objetivo será transformar este producto en otros artículos, tales como cestos de basura.
En México, siete de cada diez gomas de mascar que se consumen son de la marca Trident, que fácilmente se puede transformar en otras cosas.
De acuerdo con información disponible en internet, TerraCycle, Trident y el Centro Histórico se asociaron para crear el programa de reciclaje gratuito, que se puede identificar en redes sociales con el hashtag #TiraElChicleAlBote.
Con ello esperan lograr que los fanáticos de esta golosina participen activamente y lo depositen en los contenedores especiales.
Según información de Trident, el país es el segundo mercado donde más chicle se vende a escala mundial, sólo después de Estados Unidos, ya que se consumen de 200 a 210 gramos de goma de mascar por persona cada año.
Mondelēz también tiene otras marcas en su portafolio, tales como Bubbaloo y Clorets: inclusive, la planta de gomas de mascar más grande del planeta opera en la República Mexicana y 7.5 de cada diez chicles consumidos son elaborados allí.
Por primera vez en México y Latinoamérica, esta iniciativa busca disminuir los costos de maquinaria y la dificultad del personal de remoción de goma de mascar pegada en la vía pública.
Como parte de una iniciativa para mejorar la apariencia de las calles del Centro Histórico y contribuir con el medio ambiente, la empresa Trident (de grupo Mondeléz) creó el programa de recolección y reciclaje #TiraElChicleAlBote, que contribuirá a concientizar a los capitalinos para que no arrojen la goma de mascar en las calles.
Con la participación de TerraCycle, el programa incluye la instalación de setenta y cinco contenedores de chicle que fueron colocadas en las calles y avenidas más transitadas del centro capitalino, cada uno con una capacidad de almacenamiento de hasta un kilo de chicle, el cual, posteriormente será procesado y reciclado para la creación de otros productos como libretas, cartón o botes de basura, según indicó Luis Lazcano, representante de la empresa Mondeléz.
Por primera vez en México y Latinoamérica, esta iniciativa busca disminuir los costos de maquinaria y la dificultad del personal de remoción de goma de mascar pegada en la vía pública, “cada moneda que vemos en el suelo es parte de los 200 mil chicles pegados que hay (en las calles)”, indicó Luis Wertman, presidente del Consejo Ciudadano, durante la inauguración del programa realizada en la avenida Ignacio I. Madero, en el Centro Histórico.
Asimismo, en el marco del Día de la Juventud (celebrado el 12 de agosto), #TiraElChicleAlBote reunió la participación de jóvenes capitalinos que apoyarán el proyecto desde distintos puntos de la ciudad, tales como las calles Pino Suárez, 16 de septiembre y Madero, lugares en los que se reunirán para incentivar a los transeúntes a hacer uso de los depósitos de chicle.
La empresa Trident coloca contenedores especiales en el Centro Histórico de la CDMX para poder recolectarlos con mayor facilidad
08/08/2018 09:19 ERÉNDIRA ESPINOSA
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En el Centro Histórico de la CDMX se colocaron contenedores para reciclar chicles. Foto: Pixabay
CIUDAD DE MÉXICO
Dado que cada vez son más los consumidores preocupados por el medio ambiente, la marca de goma de mascar Trident lanzó unos contenedores especiales para reciclar los chicles, cuyo objetivo será transformar este producto en otros artículos, tales como cestos de basura.
En México, siete de cada diez gomas de mascar que se consumen son de la marca Trident —que pertenece a Mondelēz— , que fácilmente se puede transformar en otras cosas.
De acuerdo con información disponible en internet, TerraCycle, Trident y el Centro Histórico se asociaron para crear el programa de reciclaje gratuito, que se puede identificar en redes sociales con el hashtag #TiraElChicleAlBote.
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Con ello esperan lograr que los fanáticos de esta golosina participen activamente y lo depositen en los contenedores especiales.
Una vez recolectadas, las gomas de mascar se limpian y convierten en nuevos polímeros que serán utilizados para crear productos reciclados”, expone el sitio de TerraCycle.
Según información de Trident, el país es el segundo mercado donde más chicle se vende a escala mundial, sólo después de Estados Unidos, ya que se consumen de 200 a 210 gramos de goma de mascar por persona cada año.
Mondelēz también tiene otras marcas en su portafolio, tales como Bubbaloo y Clorets: inclusive, la planta de gomas de mascar más grande del planeta opera en la República Mexicana y 7.5 de cada diez chicles consumidos son elaborados allí.
Actualmente 50% de la producción de esta fábrica se queda en el país y el resto se va a otros mercados.
Los contenedores de goma de mascar para reciclar que se pusieron a disposición de los consumidores se pueden encontrar en varios puntos del Centro Histórico de la Ciudad de México, lugar relevante si se considera que hace cinco años la calle de Madero fue noticia porque los chicles pegados en el piso eran muy difíciles de quitar, al grado que el gobierno de la ciudad tuvo que comprar diez máquinas especiales para poder retirarlos.
Ante las consecuencias innegables de la contaminación por plásticos, personas de todo el mundo están rechazando los artículos plásticos desechables y se están comprometiendo con estilos de vida sostenibles.
Los gobiernos también están actuando: más de 50 países se han unido a la campaña Mares Limpios de ONU Medio Ambiente, el mayor movimiento mundial de lucha contra la basura marina.
Las empresas no pueden permitirse ignorar esta protesta pública. Muchas industrias están elaborando planes para eliminar los plásticos de un solo uso, usar más plástico reciclado en sus empaques y trabajar en un reciclaje más efectivo.
La presión no proviene solo de los consumidores. Bloomberg informó en junio que un grupo de 25 inversores que administra más de US$ 1 billón en activos exigió que Nestlé, PepsiCo, Procter & Gamble y Unilever redujeran su uso de empaques plásticos. En la solicitud, respaldada por la organización sin fines de lucro As You Sow, se pidió a las empresas que divulgaran el uso anual de empaques de plástico, establecieran objetivos de reducción y facilitaran el reciclaje y la transición a empaques reciclables, reutilizables o compostables tanto como fuera posible.
La necesidad de actuar urgentemente es innegable: los humanos han producido alrededor de 8.300 millones de toneladas de plástico desde la década de 1950 y se prevé que esa cifra aumente a alrededor de 34.000 millones de toneladas en 2050. Se estima que la producción de plástico crezca 40% en la próxima década, con compañías de combustibles fósiles invirtiendo miles de millones de dólares en nuevas industrias de fabricación de plástico en Estados Unidos.
Las empresas que usan plásticos claramente tienen un papel fundamental que desempeñar para cambiar esta dinámica insostenible. La industria de bienes de consumo es particularmente consciente de que los clientes ya están rechazando los productos de las empresas que no evitan el uso de plástico desechable.
La esperanza es que esta nueva realidad pueda generar innovación y oportunidades. Ya muchas firmas, grandes y pequeñas, están haciendo cambios. Aquí hay solo algunos ejemplos:
En abril, el gigante suizo de alimentos Nestlé se comprometió a que sus empaques plásticos serían 100% reciclables o reusables para 2025. La empresa quiere fomentar el uso de plásticos que permitan mejores tasas de reciclaje y eliminen o cambien las combinaciones complejas que dificultan el reciclaje.
Unilever también se ha comprometido a garantizar que todos sus envases de plástico sean totalmente reutilizables, reciclables o compostables para el año 2025. Unilever respalda la iniciativa para una Nueva Economía del Plástico de la Fundación Ellen MacArthur y pretende publicar antes de 2020 toda la gama de materiales plásticos utilizados en sus procesos de embalaje para ayudar a crear un protocolo para la industria.
En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, Volvo anunció que al menos 25% de los plásticos utilizados en sus nuevos modelos de automóviles a partir de 2025 se fabricarán con materiales reciclados.
El gigante de bebidas Coca-Cola, que usa alrededor de 120.000 millones de botellas al año, lanzó en enero su campaña World Without Waste y se comprometió a reciclar una botella o lata usada por cada nueva que se venda a partir de 2030. Para ese año, también prometió aumentar a 50% la cantidad de contenido reciclado en botellas de plástico y está experimentando con diferentes técnicas de recolección para reciclar sus productos, incluyendo el respaldo a los esfuerzos de los gobiernos y la industria.
McDonald’s ha dicho que hará todos sus empaques a partir de fuentes renovables y reciclables para el año 2025.
Dell apunta a que sus empaques no generen ningún tipo de desechos para el año 2020, utilizando materiales de fuentes sostenibles. La empresa de informática ya utiliza basura marina plástica reciclada y otros materiales como el bambú y aspira a que todos sus empaques sean finalmente aptos para el compostaje o la recolección doméstica.
Evian de Danone fabricará todas sus botellas a partir de plástico reciclado para 2025.
La tienda británica Iceland prometió eliminar los empaques de plástico de sus productos propios para fines de 2023.
Procter & Gamble, que fabrica el champú Head & Shoulders, produjo el año pasado la primera botella de champú reciclable, fabricada con hasta 25% de plástico recuperado de playas. Además se ha comprometido a hacer que todos sus envases sean reciclables o reutilizables para el año 2030. Su marca de lavado, Fairy Liquid, ya ha producido una nueva botella de plástico, hecha con plástico 100% reciclado y 10% de basura marina plástica. Las botellas se desarrollaron en asociación con TerraCycle.
La cadena de muebles sueca IKEA se ha comprometido a eliminar gradualmente los productos de plástico de un solo uso de sus tiendas y restaurantes para 2020. La firma dice que está comprometida con la eliminación de los plásticos a base de petróleo y quiere garantizar que todos sus productos de plástico estén hechos con materiales reciclados.
En un informe reciente, ONU Medio Ambiente examina el potencial de reemplazar los plásticos convencionales con una gama de materiales naturales, como papel, algodón, madera, algas y hongos, y tecnologías alternativas, y biopolímeros de nueva generación fabricados a partir de fuentes de biomasa. También destaca a empresas, desde multinacionales hasta emprendimientos, que están innovando en este campo.
Por ejemplo, una empresa con sede en Nueva York ha desarrollado envases compostables que utilizan desechos orgánicos y micelio fúngico. El material se puede modelar y se ha usado para enviar productos de alto valor, incluidas las computadoras Dell.
El informe concluye que las empresas deben incluir la sostenibilidad en sus modelos comerciales, a veces inspirándose en las comunidades locales para encontrar alternativas al plástico disponibles a partir de plantas y animales. La innovación y el espíritu empresarial son fundamentales. Sin duda, este es precisamente el dominio en el que deben brillar las empresas líderes del mundo.
En tiempos de desechos masivos, existe una comunidad que propone lo opuesto: nada se desperdicia.
Imagina que el mínimo de basura que puedes generar durante 1 año quepa en este frasco:
Es posible, y de eso trata el Zero Waste (Cero desperdicio), una iniciativa que, más allá de acabar con el plástico, busca replantear el concepto de basura: nada es un desperdicio, todo se transforma. A partir de esta idea, cada vez son más aquellos que deciden replantearse su existencia y comenzar a reducir su basura a un pequeño frasco. Un verdadero logro para quienes buscan trascender desde dinámicas que impactan colectivamente.
En estos tiempos, en donde mucho de lo que se consume es desechable (servilletas de papel, móvil, envases de plástico, accesorios, entre otros), existe una comunidad que busca vivir a partir del principio opuesto: nada se desperdicia.
El movimiento Zero Waste cobra cada vez más fuerza y sentido en un mundo en el que, de acuerdo con el Banco Mundial, el nivel actual de residuos sólidoshabrá aumentado en un 70% (de 1,300 millones de toneladas al año a 2,200 millones de toneladas) para el 2025.
Además de la iniciativa global, existe en cada país una necesidad de actuar para un futuro sustentable.
¿En qué consiste el Cero desperdicio?
Según la revista National Geographic, no se trata de que logres guardar toda tu basura en frascos, sino de que un frasco de máximo 500 mililitros sea suficiente para guardar toda la basura anual que no se pudo reutilizar, reciclar o renovar.
Muchas de las soluciones que propone el Cero Desperdicioson prácticas que eran comunes antes de la era de los plásticos y los productos desechables.
Ser Cero Desperdicio es pensar en servilletas de tela y pañuelos, vinagre y agua para limpiar, recipientes de vidrio o acero inoxidable para guardar las sobras y bolsas de tela para guardar alimentos.
Soluciones similares de la vieja escuela, que no producen desperdicios y son más baratas a largo plazo.
Bolsas de tela
La revista Yorokobu pone un ejemplo: tu abuela seguro iba a la tienda con su bolsa de tela. Además, en lugar de comprarla, es probable que se la hubiera hecho ella misma con retales de tela.
Comprar a granel
Las legumbres se compraban a granel, al peso y presentadas en grandes sacos de arpillera. En este caso, los sacos incluso pueden ser de plástico porque, como se reutilizan y generan menos residuos que los paquetes pequeños, el costo ecológico no es tan grande.
Comercio justo y responsable
Cada vez son más las tiendas que se suman al movimiento Cero Desperdicio. En la Ciudad de México, existe una tienda que busca “fomentar una vida más sana y más responsable con el medioambiente (…) trayendo sus propios recipientes y bolsas reutilizables”.
Suena difícil, pero puede lograrse, mediante cambios en los hábitos cotidianos. Es así como la comunidad Cero Desperdicio está reduciendo radicalmente su producción de desechos, mientras viven vidas más plenas.
Agentes de cambio
Blogueras como Kathryn Kellogg y Laura Singer, son un ejemplo de personas que, en pocos años, han logrado reducir su basura de tal manera que sus desperdicios sólidos quepan en un frasco de 500 mililitros por año o dos años.
Kellogg aprendió de Lauren Singer de Nueva York, autora del blog Trash is for Tossers. Singer comenzó a reducir su huella de desechos cuando era una estudiante de estudios ambientales en el 2012 y ha convertido el Cero Desperdicio en una carrera que le permite compartir su experiencia a través de conferencias y consultorías.
Principios Cero desperdicio (en orden de importancia)
Rehusar. No compres cosas envueltas o con muchas envolturas.
Violeta Aradillas, trabaja en el área de Desarrollo de Negocios y está encargada de prospección de nuevos clientes para asegurar el desarrollo de nuevas alianzas para TerraCycle México.
En el Día Mundial del Medio Ambiente, toma en cuenta estas recomendaciones para ayudar al planeta.
Plantar árboles y reciclar materiales son algunas de las actividades que puedes realizar para ayudar al medio ambiente. | CORTESÍA PEXELS
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5 de junio de 2018 / 12:49 p.m.
ESPECIAL.- Este 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, fecha en la que se busca crear conciencia sobre la necesidad de conservar y mejorar el medio ambiente.
Para colaborar con esta causa, puedes reciclar materiales como papel, vidrio, plástico o hasta tus gadgets viejitos o equipos electrónicos que ya no utilices. Desde casa también puedes contribuir reduciendo el consumo energético.