Now that you and your kids have a bag (or more) full of candy from last night’s trick or treating, how about giving some thought to what will happen to all the wrappers after your belly is full of sugary treats?
Be sweet to the environment with one of more of these ideas to make the best use of those wrappers:
TerraCycle: We’ve already mentioned TerraCycle–a company that collects potato chip bags and food wrappers to make useful products. Join their Candy Wrapper Brigade to turn in your wrappers for some cash! Just sign-up and they’ll send you prepaid postage labels–for each wrapper you send it, TerraCycle will donate $0.02 to your favorite charity or school.
Each year millions of candy wrappers are needlessly discarded and end up in landfills. TerraCycle® is proud to partner with Mars®, Wrigley®, and Cadbury® to create a second life for candy wrappers.
Every time you enjoy a candy product, we want you to save the wrapper and send it in! For each approved candy wrapper received, your Collection Location will be awarded two TerraCycle points which can be redeemed for a variety of charitable gifts or for a payment of $0.02 to the non-profit organization or school of your choice.
Toi aussi tu veux faire un truc pour la planète mais tu ne sais pas trop quoi? Monte une brigade des instruments d'écriture.
We've all seen case studies showing how the world's top consumer brands are forging new and deeper relationships with their customers on Facebook. Yet there are many more start-up companies than there are colossal consumer brands, and their stories can be at least as enlightening. At PR News' Facebook Conference , which will be held on Dec. 1 at Washington, D.C.'s National Press Club, Albe Zakes, global VP, media, at TerraCycle Inc., will present a case study showing how "upcycling" company TerraCycle has used Facebook to expand its customer base. Zakes gives us a preview of his case study in the following Q&A.
Tang y TerraCycle invitan a reutilizar los sobres de la marca de jugos de Kraft Food para hacer productos ecológicos y reciclados, en el marco del concurso Eco Caja.
La Eco Caja debe estar
confeccionada con envases de Tang y otros materiales reutilizados. La foto hay que enviarla vía mail con un párrafo descriptivo.
El certamen estará vigente
hasta el 17 de noviembre. Tang y TerraCycle elegirán a 5 finalistas.
Los participantes votarán entre esos 5, a través de la página web, y quedarán seleccionados tres, los cuales que ganarán premios TerraCycle.
“Estamos muy entusiasmados con el concurso, y creemos que es una manera divertida de concentrarnos en la reutilización de nuestros materiales que, de otra forma, terminarían en la basura”, afirmó Federico Andino, Brand Manager de Tang en la Argentina.
Más información en www.terracycle.com.ar/concurso-eco-caja.
Tang y TerraCycle invitan a reutilizar los sobres de la marcade jugos de Kraft Food para hacer productos ecológicos y reciclados, en el marco del concurso Eco Caja.
La Eco Caja debe estar
confeccionada con envases de Tang y otros materiales reutilizados. La foto hay que enviarla vía mail con un párrafo descriptivo.
El certamen estará vigente
hasta el 17 de noviembre. Tang y TerraCycle elegirán a 5 finalistas.
Los participantes votarán entre esos 5, a través de la página web, y quedarán seleccionados tres, los cuales que ganarán premios TerraCycle.
“Estamos muy entusiasmados con el concurso, y creemos que es una manera divertida de concentrarnos en la reutilización de nuestros materiales que, de otra forma, terminarían en la basura”, afirmó Federico Andino, Brand Manager de Tang en la Argentina.
Más información en www.terracycle.com.ar/concurso-eco-caja
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En el marco de la alianza que
Tang y
TerraCycle crearon para reutilizar los sobres de
Tang para hacer nuevos productos ecológicos y reciclados, anunciaron el
Concurso Eco Caja, que busca
incentivar a los participantes en la recolección de desechos que habitualmente no se reciclan, para cuidar el medio ambiente de una manera entretenida y divertida.
La
Eco Caja debe estar hecha con sobres de Tang y otros materiales reutilizados, y debe enviarse una foto por email con un párrafo descriptivo. El concurso se lanzó el
17 de octubre y estará vigente hasta el 17 de noviembre. Transcurrido este lapso de tiempo, Tang y TerraCycle
elegirán a 5 finalistas y los participantes votarán entre esos 5, a través de la página web, los tres primeros puestos, que ganarán increíbles premios TerraCycle.
“Estamos muy entusiasmados con el concurso y creemos que es una manera divertida de concen-trarnos en la reutilización de nuestros materiales que de otra forma terminarían en la basura”, afirmó
Federico Andino,
brand Manager de Tang en Argentina.
Para conocer más sobre las
Brigadas Tang y cómo hacer para ganar dinero con tu recolección, podés ingresar en
www.clubtang.com.ar o en
www.terracycle.com.ar.
Información sobre el concurso Eco Caja:
www.terracycle.com.ar/concurso-eco-caja
Todos sabemos que los residuos de los envases son un gran problema. Pero ¿cuál es la solución más viable? Hoy en día existen fundamentalmente tres opciones para las compañías fabricantes de bienes de consumo: Los empaques no reciclables, los reciclables y los biodegradables (los envases reutilizables, tales como las jarras vidrio para leche, son una cuarta opción que está desapareciendo rápidamente). Esta pregunta es muy importante para nosotros que, como sociedad, tratamos de hallar un equilibrio entre consumismo, capitalismo y ecologismo.
Por favor, siga leyendo y únase a la discusión. Mi esperanza es que las mentes brillantes de los lectores de
El Empaque participen en este debate crucial.
Aquellos productos que no son reciclables tienen opciones muy limitadas distintas a terminar en un vertedero o una incineradora. En TerraCycle, a través de nuestros programas nacionales de recolección voluntaria denominados
Brigadas, estamos liderando la provisión de soluciones de suprareciclado a partir de flujos de residuos no reciclables. Sin embargo, estos programas (cerca de 90.000 sitios de activa recolección en todo el mundo) no son más que una gota en el océano cuando se comparan con los miles de millones de envases usados que se desechan cada año.
El reciclaje funciona bien para muchos papeles, plásticos y metales. Aunque es una increíble solución, el único problema con el reciclaje es que sólo considera como valioso el polímero que resulta del flujo de residuos (la forma se considera como un residuo). Al final, con alguna inversión de energía (menos de la necesaria para extraer y fabricar materiales vírgenes) las valiosas materias primas del empaque pueden rescatarse y reutilizarse.
Por último, miremos los empaques biodegradables, considerado el último paso en el diseño de envases sostenibles. Muchas personas dentro de la industria de productos de consumo están viendo los envases biodegradables como la solución definitiva al problema de los residuos de empaques. Normalmente basados en el ácido poliláctico (PLA), los envases biodegradables son un conjunto de polímeros derivados de materias primas renovables como el almidón (de maíz, papa, tapioca, etc.), celulosa, proteína de soya, ácido láctico, etc., que no presentan riesgos en la producción y se descomponen de nuevo en dióxido de carbono, agua, biomasa, etc., cuando se disponen correctamente. Los retos de esta solución son los siguientes:
- El PLA se basa en bioplásticos (como el biodiesel) y, de acuerdo con estimaciones que se han hecho, no existe en el mundo la tierra suficiente para cultivar el maíz necesario (y otros cultivos adecuados) para producir el PLA que se requiere para sustituir el consumo de plástico tradicional.
- ¿Qué se hace con el empaque biodegradable una vez que ha terminado con él? Si usted vive en San Francisco (o en un pequeño número de otras grandes ciudades de Estados Unidos), puede poner en la basura verde que se utiliza para compostaje o disponerlo en la pila para hacer el compostaje personal. Pero si usted no vive en una ciudad con un programa de recolección de residuos verdes o si usted no tiene su propia pila de compostaje, verá frustrada su buena intención pues es muy poco lo que se biodegrada en un relleno sanitario tradicional (debido a la falta de flujo de oxígeno).
- Los plásticos biodegradables y compostables cuestan hoy mucho más que los plásticos tradicionales (espero que esto pueda cambiar con el tiempo). Esta diferencia de precios disuade a muchas empresas, que aún se centran en la línea tradicional de dar primacía de los resultados financieros.
Así que la pregunta es la siguiente: ¿Cómo debe aprovecharse el PLA? ¿Es esta la solución, y, si es así, para qué es óptimo? Si el PLA no es viable, ¿cuál es la verdadera solución escalable para los residuos de envases en el mercado masivo, y qué debemos pedirle a las grandes empresas que consideren?
Los diseñadores de empaques logran hazañas increíbles: satisfacer simultáneamente a quisquillosos líderes de empresas, a consumidores caprichosos, sin olvidar ¡a los locos de mercadeo! Definitivamente merecen un aplauso pues ejecutan un difícil acto de malabarismo.
Pero hay algo más que tienen que considerar.
Los empaques que diseñan, en su mayor parte, tienen un solo uso. El trabajo del diseñador de empaques es el resultado de innumerables horas en reuniones, diseños, rediseños, construcción de herramientas, duras batallas, entre muchas otras cosas. Es como estar en primera línea en el campo de batalla para garantizar que los productos de su empresa sean vistos y apreciados por el mundo. Equivale a la zancada final de una maratón que comenzó con una idea del producto, seguramente sometido a pruebas entre consumidores, y cuya historia se acaba cuando alguien decide tomar uno de sus productos de la estantería y comprarlo.
Pero una vez se desprende la envoltura, se desocupa la botella, su utilidad se acaba; es el fin de la historia. Algunas porciones del empaque se reciclan y muchas otras no. De cualquier manera todo el valor de marca que los diseñadores han puesto en el producto se está desperdiciando.
¿Quieren oírlo de nuevo?
Sí, cuando su empaque no cuenta con una solución de fin de vida, típicamente se debe a torpeza o negligencia de su diseñador. Recurrir al supra-reciclaje para convertir su envase en un nuevo producto, y en muchos casos utilizar directamente el empaque en su forma original para fabricar bienes duraderos, retiene este valor de marca por mucho más tiempo que el que implica, simplemente, tener un envase para un solo uso.
Diseñar para el reciclaje es una idea noble que debe promoverse pero, con un rango bastante limitado de materiales, conseguir que se recicle en todo el mundo no es siempre posible. O, en el caso de los empaques de alimentos, no es seguro.
Por el ahorro de recursos que genera (financieros y ambientales), ha llegado el momento de diseñar para la reutilización, cuando sea posible, y de supra-reciclar cuando no lo sea.
En los dos casos el diseñador está beneficiando a la empresa gracias a que extiende la presencia del empaque en la vida de un consumidor, mostrando así que su esfuerzo va más allá de la venta, y que ha cumplido bien su parte de mantener los residuos lejos del relleno sanitario o, mejor aún, prevenir que sean arrojados al suelo como basura.
¿Existe algún inconveniente para que los diseñadores cambien o amplíen su forma de pensar sobre los empaques? Sí, que podría costar más. O que podría demandar mayor tiempo y recursos en su implementación.
Por supuesto, a veces somos muy buenos para justificar el por qué no. En esta economía, y de hecho en cualquier momento, yo sugeriría que nos volvamos mucho menos expertos en el campo de la negación y empecemos a encontrar maneras de decir sí. Esto nos serviría para crear soluciones de empaques que consuman menos, ahorren más, sirvan bien a los clientes y vivan más allá de su primer uso. Esto es, en mi opinión, lo único sensato que puede hacerse.
¿Qué piensa? Desde las trincheras del diseño de empaques ¿dónde ve oportunidades de mejoramiento? ¿Dónde están los baches en el camino? ¿Cuáles son las soluciones posibles? ¿Conoce algunos éxitos recientes para imitarlos o aprender de ellos? Salte a la sección de comentarios, debajo.
Tom Szaky, CEO TerraCycle