Tom Szaky, fundador y CEO de TerraCycle, creó una empresa mundial a partir del tratamiento de la basura; es uno de los líderes en la cultura del ecocapitalismo
s un exponente del ecocapitalismo y su mirada transgresora no tarda en aparecer en la entrevista: "Yo no quisiera que nadie comprara nuestros productos. Nuestro propósito es
recolectar basura, no vender". Es Tom Szaky, de 30 años, fundador y CEO de TerraCycle Inc., uno de los líderes más importantes del mundo en temas de ecocapitalismo y
upcycling (el proceso de convertir
materiales y objetos antiguos o desechados en algo útil).
En una entrevista con la nacion durante su estada en Buenos Aires, explicó que el motor de esta empresa social -que tiene sede en esta ciudad- no son las utilidades, pero sí ser una firma rentable. Como ejemplo, indicó que en 2012 las ventas fueron de US$ 15 millones y las ganancias, de US$ 100.000.
-¿Cuál es el concepto con el que trabaja TerraCycle?
-El
concepto ecocapitalista de basura consiste en que ésta ya no lo es al momento de reciclarla, pues además de que resuelve un problema que daña el ambiente, es un negocio rentable. Nuestro primer propósito no es hacer dinero, sino hacer que la basura no vaya al relleno sanitario. El segundo es ver cuántas personas pueden estar involucradas en el proceso y el tercero es ser rentables.
-¿Pueden ir de la mano el capitalismo y la ecología?
-Sí, en el modelo de negocio de TerraCycle. Se basa en tres ejes: la educación ambiental y el reciclado dentro de la sociedad; el impacto ambiental, que transforma los desechos en nuevos productos y materiales ecoamigables, y el apoyo a la comunidad, que consiste en una donación de $ 0,10 por cada unidad de desecho, el cual es otorgado a escuelas, iglesias y ONG.
-¿Cómo participan las empresas?
-Como patrocinadores, absorben los costos de envío y otorgan las donaciones a las brigadas de acopio de desechos.
-¿Cuál es el proyecto más importante en la Argentina?
-Por el momento estamos trabajando con Tang, pero se sumarán otras. La gente nos envía los sobres vacíos de los jugos que nosotros reutilizamos o reciclamos y convertimos en bolsos, billeteras, cartucheras, etcétera. Por cada sobre que recibimos se donan $ 0,10 a un proyecto. Trabajamos con Espacio Agua, Un Techo para mi País y con escuelas que eligen los donantes.
-¿Por qué resulta atractiva la Argentina para radicar una compañía de este tipo?
-Tiene el potencial de que no está muy desarrollado su sistema de reciclado de basura. Aquí es donde nosotros podemos ayudar. Además, la participación de las personas. En el mundo, hay 35 millones de personas que nos envían su basura. Y en la Argentina ese número no para de crecer, hoy hay más de 500.000 personas participando. Y no está nada mal. Siempre uso el ejemplo de este país cuando estamos ante un nuevo desafío. Lo sorprendente es que, aun no habiendo una estructura para el reciclaje, la gente quiere hacerlo.
-El nivel de consumo es el principal problema de la era moderna. ¿TerraCycle no fomenta eso con los nuevos productos, aunque sean reciclados?
-Yo no quisiera que nadie comprara nuestros productos. Lo ideal sería que la gente no lo hiciera, pero, entre elegir una bolsa plástica y una hecha a partir de basura, creo que es mejor que use esta última.
-¿Qué tamaño tiene hoy TerraCycle a diez años de su creación?
-Hoy somos 120 empleados en todo el mundo. Pero los empleados sólo trabajan en oficinas coordinando todo el proceso. En Estados Unidos trabaja un equipo de diseñadores y expertos que estudian y elaboran los modelos para los nuevos productos que se hacen a partir de la basura. Sólo el 1% de ésta puede reciclarse por completo; el 4% pasa por el proceso de
upcy cling y el otro 95% es el que cae en manos de nuestro equipo de diseño para dar una solución sustentable. Una vez que se obtiene, depende del lugar, se buscan las compañías que lo harán y comienza el proceso virtuoso.
-Una de sus técnicas más novedosas es la que se usó para recuperar las colillas de cigarrillo. ¿Cómo lo consiguieron?
-Las cenizas de las colillas son esterilizadas y disecadas, lo que permite que el papel y el tabaco se mezclen. El acetato de celulosa utilizado en el filtro, que es un material plástico, es fundido y reutilizado para fabricar todo tipo de nuevos productos que son reutilizados, como rieles de ferrocarril, tarimas de embarque, madera plástica y ceniceros.
-¿Quién financia el proceso?
-La industria tabacalera, feliz de mostrar una buena acción ante la opinión pública.
-¿Cuál es la importancia a nivel global del residuo del cigarillo?
-Los cigarrillos constituyen la principal fuente de desechos en el mundo, el 37% de todo lo que la gente tira. Para fabricar un cenicero hacen falta entre 1000 y 2000 colillas, y para una silla de plástico de jardín, más de 200.000..