TerraCycle, la empresa que recolecta y recicla más de 60 tipos de desechos difíciles de reciclar alrededor del mundo, suma un nuevo desafío: las colillas de cigarrillos. Con operaciones en 22 países, incluyendo Argentina, TerraCycle planea continuar su expansión transformando desechos.
Tom Szaky es el joven CEO y fundador de la empresa ambiental y social
TerraCycle. Desde allí, ideó y lanzó el primer programa de recolección y reciclado de colillas de cigarrillo exportado al mundo. Lanzado en Canadá en mayo, ampliado luego a Estados Unidos y a España, el programa de TerraCycle asegura la recolección de colillas a través de voluntarios y su transformación en plástico, utilizado luego para nuevos productos, entre ellos, ceniceros.
La recolección de las colillas de cigarrillo se realiza gracias a los voluntarios (personas, empresas, asociaciones de defensa del medio ambiente) que las acumulan y las envían a la sede nacional de TerraCycle, que paga el costo del envío desde cualquier parte del país. Los voluntarios, además, reciben puntos que pueden utilizar para financiar proyectos de distintas
organizaciones sociales o escuelas.
Las cenizas de las colillas recolectadas son luego esterilizadas y disecadas, con lo cual el papel y el tabaco se mezclan, y el acetato de celulosa utilizado en el filtro -un material plástico- es fundido y reutilizado para fabricar todo tipo de nuevos productos que son comercializados. Según sus cálculos, para fabricar un cenicero hacen falta entre 1.000 y 2.000 colillas y para una silla de plástico de jardín más de 200 mil.
El programa, dice Tom Szaky, es pagado por la industria tabacalera, feliz de mostrar una buena acción ante la opinión pública. "Cuando fuimos a ver a la industria tabacalera y les mostramos el plástico que hacemos a partir de sus colillas, no lo podían creer. Se comprometieron no sólo a pagar el programa sino también a promoverlo", recuerda.
Los cigarrillos constituyen la principal fuente de desechos en el mundo, el 37% de todo lo que la gente tira, subraya Szaky. Y como este joven empresario adora los desafíos, encontrar una solución para reciclarlos era uno de sus tres objetivos para 2012, junto con las gomas de mascar y los pañales usados.
El reciclado de colillas no es la primera operación lanzada por TerraCycle, una empresa que desde hace diez años se especializa en la recolección y el reciclado de desechos difíciles de reciclar, con al menos unos 60 desechos diferentes recolectados, en 22 países del mundo. Entre estos se encuentran sobres de bebidas en polvo, empaques de golosinas, bolígrafos, cápsulas de café, envoltorios de galletas y cepillos de dientes. El primer programa de recolección de gomas de mascar será lanzado en Brasil y el de pañales usados en Estados Unidos.
Al igual que con el tabaco, empresas vinculadas a ciertos desechos financian el reciclado: en cuatro paises PepsiCo se asoció con TerraCycle para reciclar las bolsitas de snacks y en otros cuatro países los hizo Colgate, para los cepillos de dientes.
Tom Szaky, cuya empresa emplea a un centenar de personas en el mundo, espera llegar en 2013 a nuevos países de Europa Oriental y América Latina, como por ejemplo Colombia. En la región, TerraCycle ya tiene operaciones en Argentina, Brasil y
México.
"Quiero arreglar todos los problemas de desechos que existen, empezando por los productos que se piensa que no pueden ser reciclados", concluye.
La iniciativa es impulsada por la empresa canadiense TerraCycle , que ha lanzado el primer programa de reciclado de colillas de cigarrillo exportado al mundo.
El programa que fue lanzado en Canadá en mayo del 2012, y que posteriormente se aplicó en Estados Unidos y España, asegura la recolección de colillas a través de voluntarios y su transformación en plástico, utilizado luego para nuevos productos, entre ellos, ceniceros.
El principio del programa, sin importar el país, se basa en voluntarios que pueden ser personas, empresas o asociaciones de defensa del medio ambiente, que recogen las colillas y las envían a la sede nacional de TerrCycle, que incluso paga el paquete.
Las cenizas de las colillas son esterilizadas y disecadas, permitiendo que el papel y el tabaco se mezclen. El acetato de celulosa utilizado en el filtro, que es un material plástico, es fundido y reutilizado para fabricar todo tipo de nuevos productos que son reutilizados, como rieles de ferrocarril, tarimas de embarque, madera plástica y ceniceros.
Tom Szaky, presidente de la compañía, declaró que "el programa es financiado por la industria tabacalera, feliz de mostrar una buena acción ante la opinión pública".
Los voluntarios reciben puntos que pueden utilizar para financiar proyectos en escuelas o asociaciones caritativas.
La empresa también se ha dedicado en la última década a reciclar y transciclar (transformar un objeto reciclado en algo nuevo y de valor superior, según su definición) de unos sesenta desechos diferentes, entre los que se encuentran botellas plásticas, empaques de jugos, bolígrafos, envoltorios de bombones y cepillos de dientes.
El programa será lanzado en los próximos meses en países como Francia, Alemania, Suiza, Austria, Noruega, Dinamarca, Suecia, Finlandia y quizás México.
"Los cigarrillos constituyen la principal fuente de desechos en el mundo, el 37% de todo lo que la gente tira. Para fabricar un cenicero hacen falta entre 1.000 y 2.000 colillas y para una silla de plástico de jardín más de 200.000", indicó Szaky.
Otras empresas financian las iniciativas de reciclado de la empresa canadiense: Colgate se asoció para los cepillos de dientes y la compañía de indumentaria Old Navy, para las sandalias.
Fue ideado por un joven empresario en los EEUU y se aplica en 22 países. La firma TerraCycle reutiliza basura y la transforma en productos de exportación. Vea las imágenes
Tom Szaky es el joven presidente de la empresa
TerraCycle. Desde allí, ideó y lanzó el primer programa de reciclado y
exportación de manufacturas construidas con colillas de cigarrillos. El plan, presentado en
Canadá en mayo, alcanzó también a los
Estados Unidos y a
España.
El eje principal para el proyecto ideado en
Nueva Jersey,
Estados Unidos,
es la recolección de colillas a través de voluntarios y su transformación en plástico, utilizado luego para nuevos productos, entre ellos, ceniceros.
Los voluntarios (personas, empresas, asociaciones de defensa del medio ambiente) recogen las colillas
y las envían a la sede nacional de TerraCycle, que paga el costo del envío desde cualquier parte del mundo donde tengan a sus voluntarios trabajando:
Las cenizas
son esterilizadas y disecadas, con lo cual el papel y el tabaco se mezclan, y el acetato de celulosa utilizado en el filtro -un material plástico- es fundido y reutilizado
para fabricar todo tipo de nuevos productos que son comercializados.
Próximamente,
un programa de recolección de gomas de mascar será lanzado en Brasil y el de pañales usados en los Estados Unidos. Actualmente, también, trabajan en Argentina.
Rumbo al norte, tienen oficinas en Puerto Rico, México y Canadá.
El programa, subraya Tom Szaky, es pagado por la industria tabacalera, feliz de mostrar una buena acción ante la opinión pública.
Y los voluntarios reciben puntos que pueden utilizar para financiar proyectos en escuelas o asociaciones caritativas.
El reciclado de colillas no es la primera operación lanzada por TerraCycle, una empresa que desde hace diez años se especializa en el reciclado y producir manufacturas con, al menos,
unos 60 desechos diferentes.
Entre estos se encuentran paquetes de jugos de fruta, botellas plásticas, bolígrafos, cápsulas de café, envoltorios de bombones y cepillos de dientes.
"Hemos recuperado muy rápido más de un millón de cigarrillos. Organizaciones formidables han garantizado la recolección. Y la industria tabacalera mostró tanto entusiasmo que lanzó el programa en los Estados Unidos y España", explica el presidente.
Para fabricar un cenicero
hacen falta entre 1.000 y 2.000 colillas y para una silla de plástico de jardín más de 200 mil, según sus cálculos.
Los cigarrillos constituyen la principal fuente de desechos en el mundo,
el 37% de todo lo que la gente tira, subraya Szaky.
"Cuando fuimos a ver a la industria tabacalera y les mostramos el plástico que hacemos a partir de sus colillas, no lo podían creer. Se comprometieron no sólo a pagar el programa sino también a promoverlo", recuerda.
Para la recolección, TerraCycle se apoyó en un modelo de "brigadas" ya ensayado en 60 acciones lanzadas anteriormente, y que
se llevan a cabo en 22 países por 35 millones de personas.
Sentado en su oficina en Trenton (Nueva Jersey, este de Estados Unidos), Tom Szaky es un exitoso joven presidente de una empresa que ha lanzado el primer programa de reciclado de colillas de cigarrillo exportado al mundo.
Lanzado en Canadá en mayo, ampliado luego a Estados Unidos y a España, el programa de su empresa TerraCycle asegura la recolección de colillas a través de voluntarios y su transformación en plástico, utilizado luego para nuevos productos, entre ellos, ceniceros.
El principio es el mismo sea cual sea el país: los voluntarios (personas, empresas, asociaciones de defensa del medio ambiente) recogen las colillas y las envían a la sede nacional de TerraCycle, que paga incluso el costo del paquete.
Las cenizas son luego esterilizadas y disecadas, con lo cual el papel y el tabaco se mezclan, y el acetato de celulosa utilizado en el filtro -un material plástico- es fundido y reutilizado para fabricar todo tipo de nuevos productos que son comercializados.
El programa, subraya a la AFP Tom Szaky, es pagado por la industria tabacalera, feliz de mostrar una buena acción ante la opinión pública. Y los voluntarios reciben puntos que pueden utilizar para financiar proyectos en escuelas o asociaciones caritativas.
El reciclado de colillas no es la primera operación lanzada por TerraCycle, una empresa que desde hace diez años se especializa en el reciclado y el "transciclado" (transformación de un objeto reciclado en algo nuevo y de valor superior, según su definición) de unos sesenta desechos diferentes.
Entre estos se encuentran paquetes de jugos de fruta, botellas plásticas, bolígrafos, cápsulas de café, envoltorios de bombones y cepillos de dientes.
El éxito de la empresa ha superado las expectativas.
"Hemos recuperado muy rápido más de un millón de cigarrillos. Organizaciones formidables han garantizado la recolección. Y la industria tabacalera mostró tanto entusiasmo que lanzó el programa en Estados Unidos y España", explica.
"En los próximos cuatro meses será lanzado Francia, Alemania, Suiza, Austria, Noruega, Dinamarca, Suecia, Finlandia y quizás México", agrega este joven de 30 años nacido en Hungría y criado en Canadá.
Para fabricar un cenicero hacen falta entre 1.000 y 2.000 colillas y para una silla de plástico de jardín más de 200.000, según sus cálculos.
Los cigarrillos constituyen la principal fuente de desechos en el mundo, el 37% de todo lo que la gente tira, subraya Szaky.
Y como este joven empresario adora los desafíos, encontrar una solución para reciclarlos era uno de sus tres objetivos para 2012, junto con las gomas de mascar y los pañales usados.
"Cuando fuimos a ver a la industria tabacalera y les mostramos el plástico que hacemos a partir de sus colillas, no lo podían creer. Se comprometieron no solo a pagar el programa sino también a promoverlo", recuerda.
Para la recolección, TerraCycle se apoyó en un modelo de "brigadas" ya ensayado en 60 acciones lanzadas anteriormente, y que se llevan a cabo en 22 países por 35 millones de personas, en su mayoría mujeres y niños (que no se ocupan de las colillas).
El programa de recolección de gomas de mascar será lanzado en Brasil y el de pañales usados en Estados Unidos.
Al igual que con el tabaco, empresas vinculadas a ciertos desechos financian el reciclado: en Estados Unidos, Old Navy (indumentaria) se asoció para las chanclas y Colgate para los cepillos de dientes.
Tom Szaky, cuya empresa emplea a un centenar de personas en el mundo, espera llegar en 2013 a nuevos países de Europa Oriental y América Latina.
"Quiero arreglar todos los problemas de desechos que existen, empezando por los productos que se piensa que no pueden ser reciclados", concluye.
El director de TerraCycle Tom Szaky trabaja en una oficina de su sede central en Trenton, Nueva Jersey, el 10 de enero de 2013. TerraCycle Inc. es una empresa que ha lanzado el primer programa de reciclado de colillas de cigarrillo exportado al mundo.
Sentado en su oficina en Trenton (Nueva Jersey, este de Estados Unidos), Tom Szakyes un exitoso joven presidente de una empresa que ha lanzado el primer programa de reciclado de colillas de cigarrillo exportado al mundo.
Lanzado en Canadá en mayo, ampliado luego a Estados Unidos y a España, el programa de su empresa TerraCycle asegura la recolección de colillas a través de voluntarios y su transformación en plástico, utilizado luego para nuevos productos, entre ellos, ceniceros.
El principio es el mismo sea cual sea el país: los voluntarios (personas, empresas, asociaciones de defensa del medio ambiente) recogen las colillas y las envían a la sede nacional de TerraCycle, que paga incluso el costo del paquete.
Las cenizas son luego esterilizadas y disecadas, con lo cual el papel y el tabaco se mezclan, y el acetato de celulosa utilizado en el filtro -un material plástico- es fundido y reutilizado para fabricar todo tipo de nuevos productos que son comercializados.
El programa, subraya a la AFP Tom Szaky, es pagado por la industria tabacalera, feliz de mostrar una buena acción ante la opinión pública y los voluntarios reciben puntos que pueden utilizar para financiar proyectos en escuelas o asociaciones caritativas.
El reciclado de colillas no es la primera operación lanzada por TerraCycle, una empresa que desde hace diez años se especializa en el reciclado y el "transciclado" (transformación de un objeto reciclado en algo nuevo y de valor superior, según su definición) de unos sesenta desechos diferentes.
Entre estos se encuentran paquetes de jugos de fruta, botellas plásticas, bolígrafos, cápsulas de café, envoltorios de bombones y cepillos de dientes.
El éxito de la empresa ha superado las expectativas.
"Hemos recuperado muy rápido más de un millón de cigarrillos. Organizaciones formidables han garantizado la recolección. Y la industria tabacalera mostró tanto entusiasmo que lanzó el programa en Estados Unidos y España", explica.
"En los próximos cuatro meses será lanzado Francia, Alemania, Suiza, Austria, Noruega, Dinamarca, Suecia, Finlandia y quizás México", agrega este joven de 30 años nacido en Hungría y criado en Canadá.
Para fabricar un cenicero hacen falta entre 1.000 y 2.000 colillas y para una silla de plástico de jardín más de 200.000, según sus cálculos.
Los cigarrillos constituyen la principal fuente de desechos en el mundo, el 37% de todo lo que la gente tira, subraya Szaky.
Y como este joven empresario adora los desafíos, encontrar una solución para reciclarlos era uno de sus tres objetivos para 2012, junto con las gomas de mascar y los pañales usados.
"Cuando fuimos a ver a la industria tabacalera y les mostramos el plástico que hacemos a partir de sus colillas, no lo podían creer. Se comprometieron no solo a pagar el programa sino también a promoverlo", recuerda.
Para la recolección, TerraCycle se apoyó en un modelo de "brigadas" ya ensayado en 60 acciones lanzadas anteriormente, y que se llevan a cabo en 22 países por 35 millones de personas, en su mayoría mujeres y niños (que no se ocupan de las colillas).
El programa de recolección de gomas de mascar será lanzado en Brasil y el de pañales usados en Estados Unidos.
Al igual que con el tabaco, empresas vinculadas a ciertos desechos financian el reciclado: en Estados Unidos, Old Navy (indumentaria) se asoció para las chanclas y Colgate para los cepillos de dientes.
Tom Szaky, cuya empresa emplea a un centenar de personas en el mundo, espera llegar en 2013 a nuevos países de Europa Oriental y América Latina. "Quiero arreglar todos los problemas de desechos que existen, empezando por los productos que se piensa que no pueden ser reciclados", concluye.
Un joven empresario recolecta los restos que arrojan los fumadores y los convierte en ceniceros y otros objetos. El programa es financiado por las tabacaleras y se exportó a Canadá y España. Quiere hacer lo mismo con los pañales descartables.
Sentado en su oficina en Trenton (Nueva Jersey, este de Estados Unidos), Tom Szaky es un exitoso joven presidente de una empresa que ha lanzado el primer programa de reciclado de colillas de cigarrillo exportado al mundo.
Lanzado en Canadá en mayo, ampliado luego a Estados Unidos y a España, el programa de su empresa TerraCycle asegura la recolección de colillas a través de voluntarios y su transformación en plástico, utilizado luego para nuevos productos, entre ellos, ceniceros.
El principio es el mismo sea cual sea el país: los voluntarios (personas, empresas, asociaciones de defensa del medio ambiente) recogen las colillas y las envían a la sede nacional de TerraCycle, que paga incluso el costo del paquete.
Las cenizas son luego esterilizadas y disecadas, con lo cual el papel y el tabaco se mezclan, y el acetato de celulosa utilizado en el filtro -un material plástico- es fundido y reutilizado para fabricar todo tipo de nuevos productos que son comercializados.
El programa, subraya Tom Szaky, es pagado por la industria tabacalera, feliz de mostrar una buena acción ante la opinión pública.
Y los voluntarios reciben puntos que pueden utilizar para financiar proyectos en escuelas o asociaciones caritativas.
El reciclado de colillas no es la primera operación lanzada por TerraCycle, una empresa que desde hace diez años se especializa en el reciclado y el "transciclado" (transformación de un objeto reciclado en algo nuevo y de valor superior, según su definición) de unos sesenta desechos diferentes.
Entre estos se encuentran paquetes de jugos de fruta, botellas plásticas, bolígrafos, cápsulas de café, envoltorios de bombones y cepillos de dientes.
El éxito de la empresa ha superado las expectativas. "Hemos recuperado muy rápido más de un millón de cigarrillos. Organizaciones formidables han garantizado la recolección. Y la industria tabacalera mostró tanto entusiasmo que lanzó el programa en Estados Unidos y España", explica.
"En los próximos cuatro meses será lanzado Francia, Alemania, Suiza, Austria, Noruega, Dinamarca, Suecia, Finlandia y quizás México", agrega este joven de 30 años nacido en Hungría y criado en Canadá.
Una grave fuente de contaminación
Para fabricar un cenicero hacen falta entre 1.000 y 2.000 colillas y para una silla de plástico de jardín más de 200 mil, según sus cálculos.
Los cigarrillos constituyen la principal fuente de desechos en el mundo, el 37% de todo lo que la gente tira, subraya Szaky.
Y como este joven empresario adora los desafíos, encontrar una solución para reciclarlos era uno de sus tres objetivos para 2012, junto con las gomas de mascar y los pañales usados.
"Cuando fuimos a ver a la industria tabacalera y les mostramos el plástico que hacemos a partir de sus colillas, no lo podían creer. Se comprometieron no solo a pagar el programa sino también a promoverlo", recuerda.
Para la recolección, TerraCycle se apoyó en un modelo de "brigadas" ya ensayado en 60 acciones lanzadas anteriormente, y que se llevan a cabo en 22 países por 35 millones de personas, en su mayoría mujeres y niños (que no se ocupan de las colillas).
El programa de recolección de gomas de mascar será lanzado en Brasil y el de pañales usados en Estados Unidos.
Al igual que con el tabaco, empresas vinculadas a ciertos desechos financian el reciclado: en Estados Unidos, Old Navy (indumentaria) se asoció para las chanclas y Colgate para los cepillos de dientes.
Tom Szaky, cuya empresa emplea a un centenar de personas en el mundo, espera llegar en 2013 a nuevos países de Europa Oriental y América Latina.
"Quiero arreglar todos los problemas de desechos que existen, empezando por los productos que se piensa que no pueden ser reciclados", concluye.
Se recolectan mediante voluntarios; las tabacaleras financian el programa y lo promueven
La iniciativa es impulsada por la empresa canadiense TerraCycle , que ha lanzado el primer programa de reciclado de colillas de cigarrillo exportado al mundo.
El programa que fue lanzado en Canadá en mayo del 2012, y que posteriormente se aplicó en Estados Unidos y España, asegura la recolección de colillas a través de voluntarios y su transformación en plástico, utilizado luego para nuevos productos, entre ellos, ceniceros.
El principio del programa, sin importar el país, se basa en voluntarios que pueden ser personas, empresas o asociaciones de defensa del medio ambiente, que recogen las colillas y las envían a la sede nacional de TerrCycle, que incluso paga el paquete.
Las cenizas de las colillas son esterilizadas y disecadas, permitiendo que el papel y el tabaco se mezclen. El acetato de celulosa utilizado en el filtro, que es un material plástico, es fundido y reutilizado para fabricar todo tipo de nuevos productos que son reutilizados, como rieles de ferrocarril, tarimas de embarque, madera plástica y ceniceros.
Tom Szaky, presidente de la compañía, declaró que "el programa es financiado por la industria tabacalera, feliz de mostrar una buena acción ante la opinión pública".
Los voluntarios reciben puntos que pueden utilizar para financiar proyectos en escuelas o asociaciones caritativas.
La empresa también se ha dedicado en la última década a reciclar y transciclar (transformar un objeto reciclado en algo nuevo y de valor superior, según su definición) de unos sesenta desechos diferentes, entre los que se encuentran botellas plásticas, empaques de jugos, bolígrafos, envoltorios de bombones y cepillos de dientes.
El programa será lanzado en los próximos meses en países como Francia, Alemania, Suiza, Austria, Noruega, Dinamarca, Suecia, Finlandia y quizás México.
"Los cigarrillos constituyen la principal fuente de desechos en el mundo, el 37% de todo lo que la gente tira. Para fabricar un cenicero hacen falta entre 1.000 y 2.000 colillas y para una silla de plástico de jardín más de 200.000", indicó Szaky.
Otras empresas financian las iniciativas de reciclado de la empresa canadiense: Colgate se asoció para los cepillos de dientes y la compañía de indumentaria Old Navy, para las sandalias
Cómo hacer para reducir la producción de basura, cómo convertir sobrecitos usados de jugo en polvo en útiles escolares, cómo colaborar con una ONG o una escuela pública, son algunas de las ideas que surgieron de la charla con Mercedes Davico, gerente de Comunicación y Relaciones Públicas de TerraCycle Argentina, una empresa ambiental presentada ya en NOTICIAS POSITIVAS.
Fundada en 2001 por un alumno universitario del primer año de la Universidad de Princeton, llamado Tom Szaky, TerraCycle empezó como una compañía de fertilizante orgánico y ha llegado a ser una de las más fuertes en productos ecológicos en el mundo. En la Argentina funciona desde marzo de 2011 con la premisa de ser “una empresa ambiental que tiene la misión de eliminar la idea de basura, y lo que hacemos es coordinar programas nacionales de recolección y reutilización de deshechos difíciles de reciclar. No trabajamos con materiales que hoy ya tienen una solución, que son reciclables, sino con aquellos que por alguna razón no se pueden reciclar”.
Es decir que TerraCycle no trabaja con el reciclado de botellas PET por ejemplo, ya que existen distintos mecanismos y procedimientos que permiten hacerlo. En cambio, el trabajo se centra en “elementos difíciles de reciclar como pueden ser los sobres de jugos en polvo, paquetes de snacks, potes de yogur o champú, que son todos productos que usamos cotidianamente en nuestra vida, pero que tiramos al tacho de basura”.
Davico destacó que una parte importante de la tarea de TerraCycle es “instar a los consumidores a que en lugar de tirar al tacho de basura esos elementos, los guarden y nos los manden a nosotros que nos encargamos de transformarlos en nuevos productos amigables con el medio ambiente”. En la Argentina ya está funcionando un programa de recolección de sobres de jugo en polvo auspiciado por la marca Tang. Una vez recolectados los sobres se los puede utilizar íntegramente para realizar mochilas, billeteras o cartucheras.
“Los productos que realizamos –señaló Davico- son productos upcycling, es decir que se utiliza cada aspecto de la basura como un valor, es un paso intermedio entre la reutilización y el reciclaje. Le damos valor a la imagen y la forma original y se transforma en otra cosa.” También se puede utilizar esta basura para hacer madera plástica reciclada con los sobres de jugo y luego construir bancos de plaza, juegos, etc.
La idea fundamental de TerraCycle “es que los consumidores tengan un lugar al que acudir para mandar sus desechos y no tirarlos a la basura. ¿Cómo lo hacen? A través del sitio web se crea un equipo o brigada de recolección que puede ser un grupo de amigos, una familia, una escuela, y ahí empiezan a recolectar los materiales, en este caso sobres de jugo en polvo, y cuando lo tienen listo nos avisan a nosotros, que los pasamos a buscar sin cargo por el lugar indicado”.
Otro aspecto destacado del programa es que se donan 10 centavos por cada sobre de jugo recuperado. Esa donación el equipo de recolección la puede hacer a una ONG o una escuela pública que decida. “Tenemos muchas escuelas públicas participando de la Brigada Tang, el otro día fuimos a Magdalena, provincia de Buenos Aires, a entregar un cheque de 10 mil pesos a un jardín de infantes que había juntado todo el año sobrecitos”.
El modo en el cual trabaja TerraCycle para llevar adelante este tipo de iniciativas apela a la concientización y participación de la sociedad. “En la Argentina la brigada Tang funciona desde marzo de 2011 y ya recolectamos casi 3 millones de sobrecitos en todo el país. Tenemos más de 1600 equipos participando, desde escuelas hasta familias”. Un dato interesante es que este mismo programa de Tang también se hace en México y Brasil pero en la Argentina en los primeros 9 meses se registró el doble de recolección y participación.
Cabe destacar que Terra Cycle es una empresa con un fin social, no es una ONG, por lo cual busca ser rentable. Al respecto Davico sostuvo que “tenemos una misión social y ambiental, a través de nuestros programas buscamos crear conciencia ambiental y tener un impacto en la comunidad a través de nuestras donaciones. Como empresa, nuestra financiación proviene de dos vías fundamentales, por un lado el sponsoreo de las marcas socias en nuestros programas (por ejemplo, Tang) y por el otro la venta de los productos upcycling y reciclados. Somos un nuevo modelo de negocios donde lo ambiental y lo social está por todo lo demás.
Tang y TerraCycle, a través de su programa de recolección de sobres de bebidas en polvo entrega 10 centavos por sobrecito recolectado para su reciclaje. Este año, el Jardín de Infantes 908 del Municipio que gestiona Fernando Carballo, realizó la tarea que le significó un reintegro de $10.386,60 pesos. El dinero recibido se utilizará para comprar juegos de parque y para una salida escolar.
Gracias a la participación en el
programa de recolección de sobres de bebidas en polvo que desde 2011 lleva adelante
Tang y TerraCycle, un
jardín público de la localidad de Magdalena puedo recibir más de $ 10.000 para afrontar sus propios gastos.
Alumnos, docentes, auxiliares, padres y la comunidad de Magdalena en general, desde hace más de un año, juntan packs de Tang y los envían a TerraCycle para reciclarlos en nuevos productos amigables con el medioambiente. Por ello, Tang y TerraCycle les entregan 10 centavos por sobrecito.
La Directora del Jardín 908 asegura que este proyecto les permitió inculcar en los nenes y en las familias la idea de reciclado para mejorar la calidad de vida. La manera en que se llevó a cabo la actividad fue mediante carteleras en el jardín, entrevistas en el cable local, radios y periódicos de la localidad.
Las Brigadas Tang de TerraCycle ya recolectaron más de 2.700.000 sobrecitos y continuarán con la campaña durante lo que resta de 2012 y todo el 2013.
Tang y
TerraCycle donaron al Jardín de Infantes 908 de Magdalena, Provincia de Buenos Aires más de $10.000. El dinero recibido se usará para comprar juegos de parque y para una salida escolar.
Gracias a la participación en el programa de recolección de sobres de bebidas en polvo que desde 2011 llevan adelante Tang y TerraCycle, un jardín público de la localidad de Magdalena pudo recibir más de $10.000 para afrontar sus propios gastos y además, invitar a los niños a un paseo escolar.
Alumnos, docentes, auxiliares, padres y la comunidad de Magdalena en general, desde hace más de un año juntan packs de
Tang y en lugar de tirarlos a la basura, los envían a TerraCycle para reciclarlos en nuevos productos amigables con el medioambiente. Por ello, Tang y TerraCycle les entregan 10 centavos por sobrecito. Tras recolectar más de 100 mil sobres, el XX de diciembre recibieron un cheque por la suma de $10.386,60.
Angélica, directora del Jardín 908, no puede disimular su alegría y afirma que acciones solidarias como las de Tang, de Mondel?z International, y TerraCycle, son pocas. “Estamos viviendo un momento muy difícil en las instituciones educativas públicas y gracias a este proyecto hoy tenemos adelantos como para poder afrontar nuestros gastos”.
“Este proyecto nos permitió inculcar en los nenes y en las familias la idea de reciclado para mejorar la calidad de vida. Nos encantó porque además de darnos dinero nos hace crecer como grupo de trabajo”, dice Angélica. Nos cuenta además cómo promocionaron el programa para lograr tan buena respuesta de la comunidad: “Pusimos carteleras en el jardín, en los cuadernos de los alumnos, organizamos entrevistas en el cable local, radios y periódicos de Magdalena. En cada local, escuela o espacio público, colocamos urnas con la portada de reciclado informando a la comunidad.”
Las Brigadas Tang de TerraCycle, que ya recolectaron más de 2.700.000 sobrecitos, continuarán durante todo el 2012 y el 2013. Para registrarse, y sumarse al programa medioambiental de Tang, visitar www.terracycle.com.ar o www.clubtang.com.ar o llamar al 0800 666 1194.