TERRACYCLE NEWS

ELIMINATING THE IDEA OF WASTE®

Vom Ghüderchübel in die Boutique

Upcycling heisst der Design-Trend der Stunde. Als Rohstoffe für die neuen Produkte dienen dabei Abfälle – für viele eine sinnvolle Sache. Trotzdem gibt es auch kritische Stimmen.

Der amerikanische Upcycling-Unternehmer Tom Szaky, Chef und Gründer von Terra Cycle, widerspricht beiden Kritikpunkten in seinem Buch zum Thema: Wenn ein Konsument beispielsweise einen Rucksack aus Capri-Sonne-Verpackungen kaufe, so Szakys Argumentation, müsse nicht extra ein neuer Rücksack hergestellt werden. Damit werde der Abfallberg kleiner, auch wenn der Capri-Sonne-Rucksack dereinst weggeworfen werde. Szaky verweist im Buch zudem ­explizit auf den geringeren Energiebedarf von Upcycling- im Vergleich zu neu hergestellten Produkten. Auch Szaky weiss aber, dass Upcycling allein das Abfallproblem nicht lösen kann. Im Verhältnis zum weltweiten Müll sei Upcycling nur ein winziger ­Nischenmarkt, schreibt er.

TerraCycle

Im Frühjahr rief Terracycle, der Spezialist für schwer-recycelbare Abfälle, alle Hotels und Gasthäuser dazu auf, innerhalb von drei Monaten möglichst viele leere Stifte und Zigarettenstummel einzuschicken. Gewinner ist das Arcotel Rubin Hamburg, das sich nun über den Hauptpreis freut: die Errechnung seines Co2 Abdrucks durch Viabono und eine entsprechende Kompensation von 750 Hotelübernachtungen durch CO2OL.

Schreibt nicht mehr - tut aber Gutes

Stifte recyceln und für einen gemeinnützigen Zweck spenden Für das Stifte-Sammelprogramm von Terracycle können gemeinnützige Organisationen, Schulen und andere Einrichtungen nicht mehr benötigte Stifte sammeln, die anschließend von Terracycle erstmals recycelt werden. Für die eingesendeten Stifte werden Spendengelder gutgeschrieben, die für einen guten Zweck gespendet werden können.

Students teaching sustainability

There are many global environmental issues today that affect lives and communities. Washtenaw Community College has a student club called Students for Sustainability that do their part locally. “I’ve heard about [environmental] clubs here before, but they weren’t sustainable; that’s what I’m trying to do,” club President Joe Chapman said at the club meeting held Wednesdays at 4 p.m. Chapman, 21, political science and economics major has an interest in environmental policy. The club puts up information tables in the Student Center as much as they can, to educate people about things like environmental concerns and upcoming sustainability events. Chapman and fellow members also go to classrooms to advocate for environmental events and issues. A big topic that they talk about during their tabling is what can and can’t be recycled here at WCC. A lot can be learned from the club on this subject, for instance, on-campus, the only recyclable chip bags are Frito-Lay and Sun-Chips. The club is trying to take steps to expand what can be recycled on campus. Soon candy wrappers will be added to the list of recyclable items. This is due to a very helpful company called TerraCycle. TerraCycle is a small business based out of Trenton, New Jersey that makes recycling containers and connects specialty recyclers with people recycling things that people wouldn’t always think are recyclable off hand.

Es posible reciclar una gran parte de los productos que usamos, ¿por qué seguimos generando basura?

Constantemente se nos recuerda que reciclar es una medida básica que debemos adoptar para contrarrestar las toneladas de basura que desechamos cada día. Con el tema del calentamiento global más urgente que nunca, indudablemente la regla de las tres erres es lo mínimo que debemos hacer; aunque muchos países lo están implementando con éxito, no es ni por asomo la mitad de lo que debería ser. Nos hemos acostumbrado a creer que en las categorías de orgánicos e inorgánicos únicamente se incluyen los restos de comida, el papel, el cartón, el metal, el vidrio y los plásticos. ¿Qué hay de los artículos de higiene como los pañales? ¿En qué clasificación entran los cables y otros dispositivos electrónicos? Esto último es especialmente problemático ya que, con cada nuevo modelo que sale al mercado, generamos más y más basura electrónica porque no hemos aprendido a reciclarla. De acuerdo con El Universal, México es el tercer país con mayor cantidad de desperdicios electrónicos, lo que significa que al año estamos tirando de 840 a 1,080 toneladas de desechos de este tipo; según Greenpeace, cada día producimos más de 100 mil toneladas de basura doméstica que terminan en vertederos o incineradores. Si tuviéramos una cultura de reciclaje bien establecida, paso a paso neutralizaríamos este problema. como podemos reciclar los productos que usamos La participación de la sociedad es fundamental, pero no es todo. Otro factor importante para que reciclar alcance todo su potencial es el sector privado. Si continuamos con un sistema económico linear, la generación de desechos no se detendrá. En cambio, si siguiéramos un sistema circular, la vida de un producto no terminaría tan pronto, podríamos sacar provecho de esos materiales y reduciríamos la demanda de materia prima virgen, permitiendo que los recursos naturales tengan tiempo suficiente para regenerarse y, a la vez, disminuir las emisiones de carbono. TerraCycle es una compañía que está poniendo el ejemplo en este tema a nivel global desde hace 7 años en México y hace más de 10 años en Estados Unidos. El CEO, Tom Szaky, escribió en World Economic Forum acerca de los programas que tiene la empresa y cómo han desarrollado tecnologías que les permiten reciclar colillas de cigarro, plumas, filtros de agua, cepillos de dientes, tubos de pasta de dientes, pañales usados, botes de pegamento industrial y varios productos más. Asimismo, se han encargado de motivar a otros corporativos a unirse a sus iniciativas al demostrarles que invertir en métodos de reciclaje incrementará el retorno de inversión (ROI). Recientemente se aliaron con SUEZ, una compañía internacional que se especializa en la gestión de deshechos; con esta colaboración, pretenden aumentar su alcance y lograr que sus programas se extiendan hacia países a los que no habían podido llegar, tal como Francia, Bélgica, Finlandia y el Reino Unido.
Aunque estoy orgulloso de nuestros logros, aún hay una gran disparidad entre el valor y la acción –una green gap– donde el cambio en la conducta del consumidor aún no se traslada a cambios en la acción – Tom Szaky, CEO de TerraCycle.
Podemos reciclar casi todos los productos que ocupamos en nuestra vida diaria, el hecho de que no pertenezcamos directamente al gobierno o al sector privado no quiere decir que no es nuestra responsabilidad demandar la implementación del reciclaje. Empresas como TerraCycle, que cuenta con programas en México, son una buena solución para ir creando una conciencia ambiental y dirigirnos hacia una economía circular. ¿Estás listo para empezar a reciclar?

Podemos reciclar todo lo que usamos. Entonces, ¿por qué no hacerlo?

Dentro del amplio rango de conceptos y actividades de sostenibilidad, el reciclaje es sin duda el más comprendido y accesible: personas solas o grupos, grandes y jóvenes, comunidades e instituciones pueden participar. Cuando compramos una barra de dulce, conservamos el envoltorio después de la corta vida del producto. Hacer algo con esa posesión de marca, en lugar de sumarla a los desechos, se siente bien. El reciclado es inspirador para los consumidores y, en el caso de materiales tradicionalmente reciclables como vidrio, papel, plástico rígido y ciertos metales, es económicamente viable. El reciclado no solo evita que los materiales potencialmente valiosos terminen e basureros e incineradoras, también compensa la demanda de materiales vírgenes, lo que ayuda a mantener el carbono en el suelo. El reciclado nivela el consumo humano con las actividades de la naturaleza. Pero a medida que los caudales de desecho generados por los humanos continúan evolucionando en diversidad y volumen, la comunidad mundial enfrenta el creciente desafío de desarrollar un reciclado viable y soluciones de gestión de desechos a un ritmo comparable. Por ejemplo, la basura electrónica es actualmente el caudal de desechos sólidos con mayor rapidez de crecimiento, aumentando dos a tres veces más rápido que otros caudales de desecho. En términos generales, las actividades industriales actualmente generan casi 7,6 mil millones de toneladas de desperdicios sólidos cada año en los Estados Unidos, lo que representa el 3000 % del desecho municipal total generado por los estadounidenses anualmente. A medida que el mundo ingresa en la Cuarta Revolución Industrial, las consecuencias ecológicas de no priorizar la gestión sostenible de recursos son graves. La economía, no la ciencia avanzada, es la que determina la reciclabilidad: un material se recicla solo si una persona puede hacer dinero al recolectarlo, clasificarlo y reciclarlo. Los costos ambientales y en materia de salud relacionados con la basura no se incluyen actualmente en las ecuaciones. Estos costos se consideran factores externos: la sociedad en conjunto, en lugar del fabricante, mayorista o consumidor, absorbe dichos costos a largo plazo. Debido a que los costos del no reciclado se excluyen de la ecuación de valor, los métodos de desecho lineal, como vertederos e incineración, son las principales opciones de gestión de desechos para la mayoría de los caudales de residuos posconsumo. Estas soluciones lineales han logrado atormentarnos: las islas de plástico en el Pacífico han comenzado a desintegrarse, los peces se alimentan de micropartículas y los humanos comen ese pescado. Solo al igualar a la naturaleza e implementar la economía circular los humanos pueden detener y, con el tiempo, revertir este círculo vicioso. Es poco probable que los fabricantes, minoristas y consumidores acepten la responsabilidad de forma voluntaria de la vida útil final de sus desechos a menos que estén obligados a encargarse del costo de las soluciones para los productos y el empaquetado que producen, venden o consumen. Con diferentes niveles de éxito, los gobiernos del mundo están implementando programas de responsabilidad del productor; la mayoría de estos, incluido el conocido programa Green Dot en Alemania, financian la recolección del empaquetado, donde la mayor parte del desecho se incinera (no mucho mejor que los vertederos desde una perspectiva ambiental). El reciclado es la opción más costosa, pero como la gran ecocapitalista Anita Roddick, fundadora de The Body Shop, publicó en un lateral de los camiones de su empresa: “Si cree que la educación es costosa, pruebe con la ignorancia”. Con limitaciones evidentes acerca de lo que los gobiernos pueden hacer o harán razonablemente, el ímpetu recae en el sector privado. ¿Cómo podemos encontrar formas de brindar incentivos para cubrir los costos de la recolección y el reciclado? Durante la última década, mi empresa TerraCycle ha desarrollado tecnologías para aplicar a caudales de desechos de posconsumo difíciles de reciclar que por lo general culminan en la basura. Algunos ejemplos son las colillas de cigarrillos, lapiceras, filtros de agua, cepillos de dientes usados y tubos para cepillos de dientes, residuos de envases, contenedores adhesivos industriales e incluso pañales sucios, que se han procesado en materiales que se utilizan para fabricar nuevos productos. Nuestro equipo de investigación y desarrollo es extremadamente innovador, pero nuestra verdadera innovación es encontrar motivos para que las marcas y los fabricantes puedan justificar el pago del reciclado cuando no deben hacerlo. Hemos descubierto que el reciclado se ha vuelto una prioridad suficiente para los consumidores, que patrocinan marcas que permiten la reciclabilidad de sus productos y envases. Hemos creado modelos empresariales que permiten que las marcas vean que el gasto gradual al reciclar producirá un retorno sobre la inversión progresivo. Como resultado, muchos caudales de desecho que anteriormente no eran reciclables ahora se reciclan. Para lograr un alcance y generar eficiencias, recientemente nos hemos asociado con SUEZ, una de las empresas de gestión de desechos más grande del mundo. A través del acuerdo, SUEZ puede llevar los programas destinados a los clientes de TerraCycle a sus clientes en Francia, el Reino Unido, Bélgica, Finlandia, los Países Bajos y Suecia; además, obtenemos acceso a tal vez la fuerza de ventas más grande del mundo dedicada a la economía circular. La reciclabilidad se encuentra entre los principales motores de compras para una variedad de productos de consumo, y consumidores de todo el mundo hoy han demostrado buena voluntad para pagar un sobreprecio por servicios y productos sustentables. Hemos demostrado que el reciclado patrocinado puede ser un camino para migrar a los productos posconsumo y el empaquetado de una empresa de la economía lineal a la economía circular. Aunque estoy orgulloso de nuestros logros, sigue habiendo una gran disparidad de valores y acción, o “brecha ecológica”, donde los cambios en las actitudes de los consumidores aún no se traducen en cambios en la acción. Las tasas de reciclado se han estancado en la última década en relación con el volumen de desecho producido a nivel mundial, y mientras varios países del mundo en desarrollo trabajan sin un sistema de reciclado formal, Estados Unidos aun solo recicla cerca del 34 % de su basura. Reciclar casi todo lo que se usa ya es posible. El poder de compra de los consumidores, con los compromisos sociales y políticos correctos, puede impulsar la demanda para obtener soluciones de reciclado integrales en múltiples niveles. La escala del problema mundial de los desechos exige que todos en el ciclo de consumo trabajen en conjunto hacia soluciones circulares y regenerativas que reduzcan la brecha a basura cero.

¿Podemos reciclar todo lo que utilizamos?

Constantemente se nos recuerda que reciclar es una medida básica que debemos adoptar para contrarrestar las toneladas de basura que desechamos cada día. Con el tema del calentamiento global más urgente que nunca, indudablemente la regla de las tres erres es lo mínimo que debemos hacer; aunque muchos países lo están implementando con éxito, no es ni por asomo la mitad de lo que debería ser. Nos hemos acostumbrado a creer que en las categorías de orgánicos e inorgánicos únicamente se incluyen los restos de comida, el papel, el cartón, el metal, el vidrio y los plásticos. ¿Qué hay de los artículos de higiene como los pañales? ¿En qué clasificación entran los cables y otros dispositivos electrónicos? Esto último es especialmente problemático ya que, con cada nuevo modelo que sale al mercado, generamos más y más basura electrónica porque no hemos aprendido a reciclarla. De acuerdo con El Universal, México es el tercer país con mayor cantidad de desperdicios electrónicos, lo que significa que al año estamos tirando de 840 a 1,080 toneladas de desechos de este tipo; según Greenpeace, cada día producimos más de 100 mil toneladas de basura doméstica que terminan en vertederos o incineradores. Si tuviéramos una cultura de reciclaje bien establecida, paso a paso neutralizaríamos este problema.   podemos-reciclar-todo La participación de la sociedad es fundamental, pero no es todo. Otro factor importante para que reciclar alcance todo su potencial es el sector privado. Si continuamos con un sistema económico linear, la generación de desechos no se detendrá. En cambio, si siguiéramos un sistema circular, la vida de un producto no terminaría tan pronto, podríamos sacar provecho de esos materiales y reduciríamos la demanda de materia prima virgen, permitiendo que los recursos naturales tengan tiempo suficiente para regenerarse y, a la vez, disminuir las emisiones de carbono. TerraCycle es una compañía que está poniendo el ejemplo en este tema a nivel global desde hace 7 años en México y hace más de 10 años en Estados Unidos. El CEO, Tom Szaky, escribió en World Economic Forum acerca de los programas que tiene la empresa y cómo han desarrollado tecnologías que les permiten reciclar colillas de cigarro, plumas, filtros de agua, cepillos de dientes, tubos de pasta de dientes, pañales usados, botes de pegamento industrial y varios productos más. Asimismo, se han encargado de motivar a otros corporativos a unirse a sus iniciativas al demostrarles que invertir en métodos de reciclaje incrementará el retorno de inversión (ROI). Recientemente se aliaron con SUEZ, una compañía internacional que se especializa en la gestión de deshechos; con esta colaboración, pretenden aumentar su alcance y lograr que sus programas se extiendan hacia países a los que no habían podido llegar, tal como Francia, Bélgica, Finlandia y el Reino Unido.
Aunque estoy orgulloso de nuestros logros, aún hay una gran disparidad entre el valor y la acción –una green gap– donde el cambio en la conducta del consumidor aún no se traslada a cambios en la acción – Tom Szaky, CEO de TerraCycle.
Podemos reciclar casi todos los productos que ocupamos en nuestra vida diaria, el hecho de que no pertenezcamos directamente al gobierno o al sector privado no quiere decir que no es nuestra responsabilidad demandar la implementación del reciclaje. Empresas como TerraCycle, que cuenta con programas en México, son una buena solución para ir creando una conciencia ambiental y dirigirnos hacia una economía circular. ¿Estás listo para empezar a reciclar?