Fundada por Tom Szaky y Jon Beyer, dos estudiantes de primer año de la Universidad de Princeton, Nueva Jersey, TerraCycle nació con la idea de “desviar millones de kilogramos de desechos de vertederos e incineradores cada mes”. Desde cápsulas de café y lapiceras de las escuelas, hasta guantes de plástico utilizados en fábricas y… colillas de cigarrillo.
Algo que parecería imposible de reciclar se está convirtiendo en compost y en materiales plásticos de uso industrial gracias a una compañía que se propuso encontrarle la vuelta a lo ‘no reciclable’. “No hemos encontrado nada que no podamos reciclar”, dijo Albe Zakes, vicepresidente de comunicaciones de la empresa.
“Los cigarrillos contienen toxinas que, cuando se tiñen, se filtran en el entorno”, explica Zakes. “Sólo se necesita una colilla para contaminar un litro de agua. Los animales también pueden confundir las colillas contaminadas con los alimentos”.
En poco tiempo puede que la silla en la que te sientes a tomar el sol esté fabricada a partir de colillas de cigarrillo. Este es el objetivo de la empresa norteamericana TerraCycle que ha lanzado el primer programa de reciclado de colillas.
Durante unos meses los fumadores del edificio madrileño de Torre Espacio, donde trabajan diariamente cerca de 2.500 personas tomarán parte en un proyecto pionero en toda Europa de reciclado de residuos de cigarrillos.
La iniciativa es impulsada por la empresa canadiense
TerraCycle , que ha lanzado el primer programa de reciclado de colillas de cigarrillo exportado al mundo.
El programa que fue lanzado en Canadá en mayo del 2012, y que posteriormente se aplicó en Estados Unidos y España, asegura la recolección de colillas a través de voluntarios y su transformación en plástico, utilizado luego para nuevos productos, entre ellos, ceniceros.
Sentado en su oficina en Trenton (Nueva Jersey, este de Estados Unidos), Tom Szaky es un exitoso joven presidente de una empresa que ha lanzado el primer programa de reciclado de colillas de cigarrillo exportado al mundo.
Lanzado en Canadá en mayo, ampliado luego a Estados Unidos y a España, el programa de su empresa TerraCycle asegura la recolección de colillas a través de voluntarios y su transformación en plástico, utilizado luego para nuevos productos, entre ellos, ceniceros.
La empresa TerraCycle ha creado el primer programa de reciclado de colillas de cigarrillos.
Su presidente lo presentó inicialmente en Canadá, luego en los EE.UU. y más tarde en España.
En España hay 11 millones de fumadores que cada año generan toneladas de residuos de tabaco. El problema surge porque estos residuos de tabaco, colillas fundamentalmente, no son biodegradables, contienen acetato de celulosa, un material que tarda entre 7 y 12 años en ser degradado por el medioambiente. Durante este tiempo, las colillas van liberando las sustancias que han retenido durante la combustión del cigarrillo (alquitrán, monóxido de carbono …..) y contaminan la atmósfera o se filtran en el suelo por la acción de las lluvias , hasta llegar a los acuíferos.
¿Qué se esconde detrás de cada colilla? Hasta ahora solo sabíamos que la vida de un cigarrillo dura lo que el consumidor tarda en fumar, pero a raíz de la
campaña “Apaga y recicla”, hemos descubierto que hay vida después de una colilla
. Los residuos que generan los cigarrillos, ya sea ceniza, filtros o el papel que envuelve el tabaco pueden ser tratados en plantas de
reciclaje para crear nuevos productos.
En ”
la Cuarta R” hemos hecho recuento de qué es lo que les gusta a nuestros lectores. ¿Cuales han sido las entradas más leídas durante este año 2012?. Os las mostramos, con la curiosidad de que fundamentalmente hacen referencia a temas prácticos.
1.
Las cenizas de tabaco y chimenea son un excelente abono para las plantas. Esta entrada sobre cómo reciclar la ceniza creó polémica como podréis observar en los comentarios que aparecen al final. Ahora Terracycle ha iniciado una Brigada de Residuos del Tabaco, un proyecto piloto para reciclar las colillas. Os lo contaremos en breve.
Sus efectos han sido estudiados principalmente sobre la salud humana, sin embargo, no es menos perjudicial para el medio ambiente, porque también las colillas contienen toxinas peligrosas, después de haber sido utilizadas.