¿Qué hacer con los cigarrillo?, supongo que la mejor opción para la salud sería dejar de fumar, pero para aquellos que el hábito se ha convertido en una necesidad, podemos decir que en varios países del mundo se está trabajando para que estas colillas de cigarrillos no contaminen más. Los filtros de los cigarrillos están hechos de acetato de celulosa, un tipo de plástico que tarda mucho en degradarse en el medio ambiente. Una colilla de cigarrillo típica puede durar desde 18 meses a 10 años en descomponerse. Contienen trazos de toxinas como plomo, arsénico y cadmio, Todas estas sustancias pueden, por lixiviación, contaminar  el suelo y las aguas. Una práctica muy común en los fumadores es tirar el resto de cigarrillo, al mar, al agua, al inodoro una forma  de contaminar directamente el agua. De acuerdo a estadísticas entregadas por Conama, un 10% de la basura generada por las personas corresponde a colillas de cigarro. “Una colilla que se tira  contamina 20 litros de agua. ¿Seguimos con ganas de fumar?, bueno ahora hay soluciones que se ponen en marcha en Europa y que en EEUU, hace varios años que se implementan para el reciclado de ellas, las colillas. British American Tobacco (BAT) pondrá en marcha en España el primer proyecto de reciclado de residuos de cigarrillos de Europa la idea es  que puedan ser reutilizados como materia prima en la producción de materiales y elementos que tengan una nueva vida útil. Daniel Sandoval, ingeniero civil en Biotecnología de la Universidad San Sebastián y académico de esta casa de estudios superiores,  aclaró que por ningún motivo este proyecto pretende estimular el hábito del cigarro, sino que ofrece “la  real posibilidad de hacerse cargo de una de sus consecuencias”. Así, la ceniza y los residuos de tabaco se convertirán en fertilizantes y abonos naturales para la agricultura; el papel que rodea al filtro en nuevo papel o cartón reciclado; y el filtro, en elementos plásticos de uso industrial como palés, o de uso cotidiano como carcasas de bolígrafos o nuevos embalajes. La idea es poner en marcha una campaña para sensibilizar y educar a los fumadores en el descarte responsable del residuo. No es el primer lugar en  Canadá la experiencia ya se puso en marcha con la  multinacional TerraCycle, que ha desarrollado la metodología para reciclar los residuos de los cigarrillos y ya la ha aplicado con éxito, en países como Estados Unidos y Canadá. Ahora lo aplicará por primera vez en Europa gracias a la iniciativa española a través de este proyecto piloto. Tampoco fueron los primeros,  en EEUU, un hombre de Columbus, Ohio, llamado Blake Burich, inventó una solución química que disuelve los filtros de los cigarrillos. Al sumergir las colillas en la solución, se convierten en un material parecido al plástico que es  útil para proteger del óxido y las partes de los automóviles de la corrosión. Todavía el método no ha sido automatizado, por lo que emplea mano de obra, con dificultades para conseguir otros trabajos, como ex convictos. Las colillas no son ella única parte del proceso con riegos ambientales, la planta del tabaco es muy exigente y consume los nutrientes del suelo de manera muy rápida. Los responsables de estas plantaciones utilizan por ello gran cantidad de pesticidas y fertilizantes químicos que contaminan el suelo y el agua, como señala el estudio del Centro para el Control del Tabaco de la OMS “Tabaco como riesgo para el Medio Ambiente, de la planta a la colilla”. El uso de estas sustancias puede provocar diversos daños en el entorno, como erosión, pérdida de biodiversidad o eutrofización de lagos y ríos. Las iniciativas están en marcha y es importante que, si sos fumador tomes conciencia al menos que no se puede tirar en las calles, porque terminan en las bocas de tormenta lo que llega directamente a contaminar el agua. Tampoco al río, al mar o a cualquier curso de agua, y menos en el suelo, buscá un tacho. Sumando actitudes de conservación el cambio nos va a afectar menos.