En la CDMX una nueva campaña le ha dado el giro a la ciudad, pues desde a principios del mes de agosto una colecta de chicles comenzó a causar furor con los mexicanos, pues en diversos sitios se instalaron cilindros con una leyenda que dice #ElChicleAlBote; cabe destacar que esto tiene dos propósitos, el primero es contribuir al cuidado del medio ambiente no contaminando al tirar el chicle al piso por el que miles de personas caminan al día y el segundo, darle vida a una goma de mascar que ya no tiene sabor en nuestra boca haciendo valer el reciclaje. Diversos medios han informado que el chicle no solo le da un buen sabor a tu boca y que cuando este se acaba, la vida de la goma de mascar acaba; al contrario, es entonces cuando una nueva reutilización surge. Grandes compañías llevan años recolectando chicles para procesarlos, TerraCycle es una de ellas, al darle una nueva función se crean polímeros nuevos a través de una innovadora tecnología que permiten convertir tu chicle masticado en objetos que pueden ser útiles para todos, como botes de basura, macetas, o incluso juegos infantiles para parques públicos. Trident es la compañía que decidió impulsar esta nueva tecnología en México y de la mano de TerraCycle comenzarán el nuevo ciclo de la vida para lo chicles. Probablemente aún no conozcas que es lo que pasará con las toneladas de chicles que se reciclen y de acuerdo al portal de Sopitas.com se dice:

Habrá una reducción de acuerdo al impacto ambiental y los mexicanos serán partícipes del nuevo proceso para dar a nuestro chicle una segunda vida en cosas de utilidad, esto sin importar el sabor, la marca o el color del chicle. En esta primera etapa del programa, tu depositas tu goma de mascar en los contenedores especiales y con todo el chicle que se reúna en esta etapa, Trident se encargará de reciclarlos con TerraCycle para fabricar más contenedores que se irán colocando en distintas partes de la ciudad y posteriormente de todo el país, para que de esta manera, se utilicen menos materias primas, se reduzca la tala de árboles, haya menos CO2 a la atmósfera y con ello menos contaminación en el aire, y  por supuesto, más botes para que todos seamos parte de este círculo virtuoso.