De acuerdo con cifras oficiales, sólo 11% de la recolección de residuos se lleva a cabo de forma selectiva, lo que provoca una sobresaturación en los rellenos sanitarios. Sin embargo, de esta problemática han nacido empresas globales dedicadas a la recolección y transformación de desechos. Precisamente el fundador de una de estas empresas visitará México para celebrar que alcanzó la histórica cifra de tres millones de sobres de bebidas en polvo recolectadas para su transformación en productos eco-amigables. Se trata de Tom Szaky, CEO de TerraCycle, quien en conjunto con Tang de Kraft Foods, al mando de Roberto Soto, rompió el récord al recuperar alrededor de 20 toneladas de sobres que de otro modo contribuirían a la saturación del relleno sanitario. Este programa de sustentabilidad en el que participaron más de cinco mil 480 brigadas de todo el país otorgó 25 centavos por cada sobre recolectado, los cuales se canalizarán a organizaciones sociales y educativas seleccionadas por los propios brigadistas. El tema ambiental ha estado en boga y más en gobiernos y empresas, pero en México faltan bases sólidas, ya que no existe un marco que cubra cuestiones como: normas de gobierno, sistemas de gestión, códigos de conducta, estándares de desempeño, informes de desempeño, etcétera. Los gobiernos han asumido la responsabilidad principal para asegurar la gestión ambiental, y se han centrado en crear y preservar un ambiente seguro. Han dirigido al sector privado a adoptar un comportamiento ecológicamente racional a través de regulaciones, sanciones y, ocasionalmente incentivos. Hoy en día muchas compañías han aceptado su responsabilidad de medir y mitigar su impacto al ambiente. Debido a lo anterior el énfasis inicial en las estrictas regulaciones gubernamentales ha cedido terreno a las iniciativas de autorregulación voluntarias, pero en México aún estamos negociando con esto. Debería replantearse la posibilidad de que la Responsabilidad Ambiental Empresarial se defina como el deber de cubrir las implicaciones ambientales de las operaciones de la compañía, productos y servicios, minimizar residuos y emisiones, maximizar la eficiencia y la productividad de sus recursos, y eliminar prácticas que puedan afectar adversamente el ambiente de las generaciones futuras. El tema ambiental deberá ser tomado con mayor seriedad. Este año el GDF deberá seguir tomando decisiones respecto al destino que tendrá la basura que se genera. Se ha quedado en stand by el programa de recolección y desechos vía la propuesta con un grupo de empresas mexicanas y de talla internacional, ¿será que ahora sí se concrete?